05/03/2014
((Luke))
Escuché un toquido en la puerta mientras estaba sentado en el sofá, con flojera. Gruñí en voz alta y rodé fuera del sofá. Patatas y envoltorios de dulces cayeron de mi pecho hacia el suelo cuando me paré del sillón. Desde el concierto con Michael, es todo lo que he hecho.
Todo lo que hecho es sentarme en el sofá y escuchar a Mayday Parade, comiéndome las cutículas. Pero esto no ayuda. Tan sólo lo hace peor.
Jódete, Michael Clifford.
Hubo otro toquido seguido de un timbrazo mientras caminaba hacia la puerta. ''Voy, ya voy...'' Murmuré mientras ponía la llave. Supuse que era Calum, considerando que se la ha pasado viniendo desde que Michael dejó la banda.
Genuinamente, me sentía mal por los chicos. Es mi culpa que se haya ido. Ni siquiera traté de detenerlo. Tan sólo dejé que Calum siguiera gritando y que Ashton siguiera llorando.
Cuando abrí la puerta, me ví cara a cara con un Michael de ojos rojos. Se veía diferente. Se veía... cansado. Triste.
Y todo es tu culpa.
''M-Michael.'' Tartamudeé, dando un paso atrás. Jalé las mangas de mi suéter negro inconscientemente. No dijo nada, tan sólo me miró. Era como si pudiera ver a través de mí.
Pasó a mi lado caminando hacia el salón, dejándome parado en la entrada. Dejé salir un profundo suspiro y me giré para seguirlo. No se había sentado cuando yo llegué. Tan sólo se paró ahí, pasando sus dedos por su cabello.
Podía ver los músculos de su espalda tensos a través de la playera que estaba usando, lo cual causaba que me pusiera más ansioso.
''¿Por qué lo hiciste?'' Pregunté casi inaudiblemente. No parecía sorprendido, ni siquiera parecía que me hubiera escuchado, cuando se giró hacia mí. Me miró indiferente y no pude evitar mirar hacia el suelo.
Habían pasado 5 minutos desde que había llegado y no había dicho una sola palabra. Ahora veía sus manos, con algo diferente en sus ojos. Cerró los ojos y suspiró fuertemente. Pude ver que su labio había comenzado a temblar y me acerqué a él.
''Michael, ¿estás bien?'' Pregunté, poniendo mi mano en su hombro gentilmente.
''¡No! ¡Mierda, no estoy bien!'' Gritó, haciendo que yo saltara. Quité mi mano de su hombro, el miedo apareciendo en mí.
''¿Cuál es tu problema, amigo?'' Pregunté suavemente.
Hizo algo que no esperaba que hiciera; se rió. Pero no con esa tierna risa. No esa que hacía que frunciera la nariz y echara la cabeza hacia atrás.
Era una risa sarcástica. Sacudió la cabeza mientras reía, acercándose a mí.
''¿Qué cuál es mi problema?'' Rió antes de que su rostro se volviera serio. ''¿Qué cuál es mi puto problema? Tú. Tú eres mi problema, Luke. Y no actúes como si no lo supieras ¡No actúes como si esto no fuera tu culpa! Me dejaste completamente solo.'' Su voz se rompió en la última oración, lo que causó que las lágrimas se agolparan en mis ojos.
''No empiezes a llorar. Tú no tienes por qué llorar.'' Susurró, sacudiendo la cabeza. Las lágrimas salían de mis ojos a estas alturas, lo cual hizo que mi corazón doliera en mi pecho. Él tenía razón, no tenía por qué llorar.
Asentí lentamente. No le podía decir cómo me sentía. No se suponía que las cosas sucedieran así. Sólo iba a lastimarlo.
A estas alturas, su cara estaba a tan sólo centímetros de la mía. Mantuve la respiración, mis ojos estaban desesperados por no poder enfocarse en nada. Mientras más evitaba mirarlo, más quería hacerlo.
''N-No soy gay, Michael. Me gustan las chicas.'' Murmuré, tragando sonoramente.
''¿A quién tratas de convencer? ¿A mi o a ti?'' Susurró en respuesta, nuestras narices juntas. Por fin, nuestras miradas se encontraron, y no podía dejar de verlo.
Él estaba en lo correcto. Estaba tratando de convencerme a mí. No podía dejar que esto ocurriera. Mi familia entera me odiaría por estar con un chico. Especialmente mi madre. No podía decepcionarlos.
Pero ellos no estaban aquí ahora.
''Te juro que me iré de tu vida si me dices que no sientes nada en absoluto por mí.'' Habló, halando de sus mangas. Las ha estado jalando desde que llegó.
''Yo-'' empezé pero antes de que me diera cuenta, había agarrado las muñecas a Michael, alzándolas y empujando sus mangas lentamente. Lo que ví siempre me perseguirá.
Mi nombre en su muñeca, con profundos cortes. La cicatriz empezaba apenas a aparecer, lo cual me indicó que era reciente. No podía dejar de mirarlo.
LUKE.
Sólo así. No eran los únicos cortes, había otros alrededor de mi nombre, pero menos profundos. Mi nombre era el más profundo. No podía verlo. Ninguno de nosotros se movió durante un largo rato.
Finalmente lo miré. Parecía muy asustado. No sabía que decir. Se cortó por mi culpa. Creo que me volveré loco.
''L-lo siento...'' sollozó, cayendo sobre sus rodillas. Su muñeca salió de mi agarre. Una parte de mí me gritaba que dijera algo. Algo que lo consolara. Que lo abrazara. Que lo besara.
Pero no podía sentir nada. Estaba adormecido. Aunque lo intentara, no podría moverme. No podía sentir. No podía respirar.
Diez minutos después los sollozos de Michael comenzaron a calmarse, y pude verlo. Estaba tirado en una posición fetal contra el sillón, tratando de controlarse a sí mismo. Me senté junto a él, pegando mis rodillas a mi pecho.
''Nunca te vuelvas a herir.'' Susurré casi inaudible. Él me volteó a ver lentamente. Sus ojos estaban rojos y sus ojeras resaltaban más con las lágrimas.
''Así que, ¿está bien para ti que tú me hieras, pero yo no puedo herirme a mí?''
No respondí nada, tan sólo apoyé la cabeza en el sofá y cerré los ojos. De esto es de lo que estaba asustado.
Estaba asustado de herirlo. Todas las veces que creí que estaba protegiéndolo, era yo de quien él necesitaba ser protegido. Todas las veces que traté de que no saliera herido, yo era quien lo hería.
''¿Michael?''
''¿Sí?''
''Te amo.''
