- Por fin. Con dos minutos de adelanto. – Dije mirando mi celular.
Mitchie tocó la puerta y un “Ya voy” se escucho del otro lado.
- Que raro. – Murmuró Mitchie.
- ¿Qué cosa? –
- Sus padres están en casa. –
Oh no.
Perrie abrió la puerta.
Llevaba un hermoso vestido campana color turquesa con hermosos detalles con blanco y negro.
- Hola. – Tomó su abrigo y cerró la puerta rápidamente.
- Estás hermosa. – Sonreí y la tomé de la cintura.
- Gracias. – Se sonrojó. – Vamos. – Dijo mirando su casa.
- ¿Estás bien? – Preguntó Mitchie preocupada.
- Sí ¿Por qué no lo estaría? –
. . .
- ¿Te ibas a encontrar con Jacob en la entrada? –
- Se supone que sí. Si no está entraré sola. –
Pero –desgraciadamente- él si estaba.
- ¡Mitchie! – Dijo él llamándola. Se acercó a nosotros y la miró sorprendido. – Estás hermosa. –
- Gracias. – Dijo ella sonrojada.
- Hola Perrie, Son –
- White. –
- ¿Qué les parece si entramos? – Preguntó Perrie.
Todos asentimos y fuimos a la entrada.
Wow. Si que se pasaron. – Pensé al ver lo bien que habían decorado el lugar.
- ¡Aquí la fila para las fotos! –
- ¡Vamos a sacarnos la foto! – Dijo Perrie sonriendo y me llevó a la fila.
Mitchie Hayden
- Los chicos se esforzaron. – Dijo Jacob mirando el gimnasio. Perrie y Goten habían desaparecido en la fila de la foto.
- Se nota. –
Silencio Incomodo…
- ¿Qué te parece si hablamos un poco de nosotros? Digo, así pasa más rápido el tiempo. - Ofreció él.
- Está bien ¿Qué querés saber? –
- ¿Color favorito? –
- Hace preguntas más interesantes, no somos niños. – Dije riendo.
- Bueno… ¿Por qué siempre estas con Perrie, Goten y Trunks? O sea… ¿Por qué solo ellos? –
- Digamos que nadie más de este colegio me cae bien, a Goten y Trunks los conozco casi desde que somos bebes y a Perrie desde que entre a la escuela… Nunca fui buena haciendo amigos. – Admití. - ¿Por qué de la nada quisiste juntarte conmigo? –
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¿Quien soy yo? |Libro I
FanfictionTener dos vidas era suficiente para mí, lograba fingir una vida con mis amigas, sonriendo todos los días, yendo al colegio, sacándome buenas notas, todo para luego caminar por la parte más vacía de la ciudad y recordar que ese cuento de hadas que vi...