Hetera I

31.8K 1.6K 55
                                    

Últimamente, la gente tiene la mala costumbre de despertarme de madrugada llamándome al movil. En realidad, con la gente me refiero a Calum. Y hoy no iba a ser menos, pero esta vez no ha sido él. Me sobresalto un poco al escucharlo y me sobresalto también al ver el nombre.

-¿Angel? -Le digo. -¿Ha pasado algo?

-Hola, Dani. -No tiene voz de que pase nada malo, así que me tranquilizo un poco. -Perdón si estabas dormida pero queríamos llamarte.

-¿Queríamos? -Escucho unas risas y no puedo evitar sonreír yo también. Al escuchar tan claro las dos voces, noto que el teléfono está en manos libres -¿Luke? ¿Eres tú?

-Sí, Daniela. -Me dice él con la voz más feliz que le he notado desde que lo conocí. Lo sabía. Yo lo sabía.

-No me lo puedo creer. -Medio tarareo mientras me pongo de pie. Quizá he elevado la voz más de la cuenta. Se ríen. -Oh, dios mío, cuanto me alegro.

-¿Has visto qué buenos cumpleaños estamos teniendo, Graham? -Me dice Luke mientras yo salto silenciosa de la emoción.

-Y que lo digas. ¡Contádmelo! ¡Contádmelo todo!

-Estaba desesperada buscándolo, creía que le había pasado algo malo. -Escucho un "Auch" y supongo que Angel le ha pegado un puñetazo en el hombro. Y me alegra pensarlo- Cuanto entonces, me puse a pensar y me acordé de su escondite. Me trajo aquí en nuestra primera cita.

-Qué cursis. -Les digo, mintiéndoles. Me parece genial.

-Entonces, nos hemos reconciliado. -Concluye Luke.

-Genial, chicos. ¡Qué alegría! Le dije a Calum que pasaría. Lo sabía desde que me habló de vosotros por primera vez.

-Ya nos lo ha dicho, por eso en parte te queríamos llamar. -cuenta Angel.

-Y yo para que me perdones por meterte en líos guardándome secretos.

-Sí, guapa. -Me echa en cara Angel.- Podrías haberme ayudado un poco. Con que me hubieras dicho la palabra escondite valdría.

-Lo siento...

-No lo sientas, Dani. Si lo hubieras hecho quizá ella ni siquiera hubiese venido.

-Ay, os deseo lo mejor. -Suspiro-¿Puedo contárselo a Calum?

-Claro. -Dicen.

-Os dejo tranquilos, entonces. Voy a llamarlo. Y nos vemos mañana. ¡Gracias por llamar!

-Un beso, Dani.

-Gracias. ¡Hasta mañana!

Cuelgo y miro la hora. No es tan tarde, solo son las dos. Blasfemia, se me ha olvidado felicitar a Luke. Pero me da igual. Estoy muy emocionada. Suena la primera llamada y lo coge.

-Hood al habla.

-¿No estabas dormido? Te quería despertar.

-Qué buena persona. Estoy con Dan jugando al FIFA.

-¿Pensáis hacer un trío con alguien? -Bromeo.

-¿Vas a recordármelo toda la vida?

-¡Luke y Angel han vuelto!

-¡No me jodas! ¡Luke y Angel han vuelto! -Repite, diciéndoselo a Dan.

"Hija de puta" le oigo decir a este desde lejos. "Y no me llama...". Me río ante su comentario y después seguimos hablando un rato. Hasta las tres de la mañana, a esa hora decido dormir. Dejo el movil cargando y oigo un ruido extraño dentro de mi habitación. No veo bien porque la luz que entra de la ventana no es suficiente, así que vuelvo a coger el movil e ilumino. Casi me da un infarto al verlo, pero solo es Felino. Lo que se escuchaban eran los ruidos de sus dientes intentando devorar uno de mis libros.

-¡Felino!-Exclamo susurrando. -¡Suelta eso ahora mismo!

Voy tras él y doy gracias de que sea uno de los libros que menos me ha gustado de la historia. Me siento un poco mal, pero mejor que sea así.

-Fuera de aquí. -Le digo, cogiéndolo en brazos.- Ahora mismo te vas a tu sitio en el patio. No sé como has llegado hasta aquí.

Mi gato bufó y sacó las uñas, pero aun así lo saqué en contra de su voluntad. Bajé hasta la puerta que daba al jardín y lo dejé en el suelo.

-Lo siento mucho, pero no puedes comerte mis libros, Felino.

Además de que es inútil hablarle porque es un gato, noto como se tensa y mira hacia otro lado. Como hace cada vez que viene alguien a casa. Me concentro un poco más y oigo unas voces. Voy de puntillas hacia un poste que da al porche e intento observar sin que me vean. No logro ver bien pero intento escuchar la conversación. Oigo una risa femenina, parece fingida, de juguete. Entre lo poco que veo puedo observar unos tacones altos y una cabellera rubia. Y que está con un hombre. Quizá estén abrazados, si no, están muy juntos.

-¿Te lo has pasado bien?-Oigo decir a la mujer.

-La mejor noche de todas. -Frunzo el ceño por lo familiar que se me hace esa voz.

Oigo como se besan y casi me dan arcadas. Intento mirar mejor y, sigo sin ver nada más allá del pelo rubio mal teñido de la mujer. Va vestida de blanco y es muy alta. Solo puedo distinguir una cosa. Antes de despedirse, el hombre le da un fajo de billetes. Mi padre le da un fajo de billetes.

-¡Asqueroso traidor! -Grito saliendo de mi escondite, dejando de importarme si me oye alguien o cualquier falta de educación.- Eres un mentiroso y un cobarde de mierda, papá.

Los ojos de mi padre se abren como platos cuando me ve. Ni siquiera me salen lágrimas de los ojos. Todo es ocupado por la ira que siento en el pecho.

-Conque así levantamos la casa, ¿no? Dándole el dinero a furcias, genial. -Le empujo el pecho a mi padre, él ni se inmuta. La hetera sale corriendo nada más verme, eso sí, son su dinero en la mano. -Me das asco, me das mucho asco.

-Daniela, yo...

-Ni te molestes en inventar excusas. No me hacen falta, no soy tonta.

-Daniela. -Es mi madre, en zapatillas y bata de estar por casa. No la he escuchado salir. - Yo sí quiero que se excuse.

Dandelion - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora