Speak now » Justin Bieber ➳historia corta

4 (Final)

Parece que no fui invitada por tu querida futura novia. Pero es obvio porque Natasha lo sabía desde siempre, que Justin y yo nos gustamos, o gustábamos por su parte…

Ella flota por el pasillo como una reina de concurso, pero sé que tú deseas que fuese yo, deseas que sea yo. ¿No es cierto?

Todo parece desaparecer y me ignoran, prosiguen con todo. Y me quedo sin habla, ¿Qué? Me siento en la silla anotada.

Oigo al cura decir "que hable ahora o calle para siempre". Se hace el silencio, es mi última oportunidad, me pongo de pie con las manos temblorosas, todos los ojos están en mí. Todos miran horrorizados en la sala. Pero yo soy la única mirándolo a él, Justin por favor recapacita. Soñaba con que algún día nos casáramos que fuera yo la que estuviera allí vestida de blanco, tuviéramos 3 hijos que jugaran fútbol americano como su padre, pasáramos el resto de nuestra vida juntos, alegrándome cada día al despertar por ver que estaba a mi lado durmiendo…todos esos planes que tenía con Justin se derrumbaron cuando le dije adiós. No fui la novia perfecta, yo sé que no; pero al menos pienso que fui una buena novia, que lo amó con todo su ser a pesar de conocer sus defectos, esa novia que se mantuvo enamorada de él.

Repito algunas palabras cuando balbuceo pero al final no se entiende nada. Las personas se irritan y como si fuera todo ensayado dicen al mismo tiempo:

—¡Habla ahora!

Es mi momento.

—Te amo, y siempre te he amado, sé que soy una idiota por rechazarte, porque estaba estúpida y perdida. Simplemente no sabía ni lo que yo decía, siempre me has dicho que tengo el cerebro de una abeja ¿no? Abby-abeja, y no me molesta porque sé que lo dices con cariño, sueno egoísta, lo sé —admití con lágrimas en mis ojos—. Pero… tú me amas como yo, no puedes hacer esto, por mí, por ti, por nosotros. Estoy enamorada de ti, no lo puedo negar, ni lo puedo ocultar. Te veo y todavía siento ese cosquilleo en mi panza como si fuera la primera vez que te estuviera viendo, o esa sensación que tuve cuando te besé por primera vez. Te extraño. Quisiera volver a intentarlo contigo, mientras haya amor todo se puede, ¿No? ¿Qué ocurriría si hay una segunda vez? Si lo volvemos a intentar, si volvemos a estar juntos y tratar de no cometer errores, y que los que cometamos sean diferentes a los que hicimos la primera vez; Ya aprendimos la lección, ¿No es cierto? No me importa si me critican, no me importa si me gano el repudio e insultos de las demás; al final de todo, si me harás feliz, yo seré la que será feliz, si me haces sufrir, yo soy la que sufrirá…no ellos —Dejo escapar un sollozo al final viéndome patética, los ojos me arden y avisan que se aproximan lágrimas.

—Te considero mi primer amor, la primera mujer que me hizo realmente feliz, a la primera que le dije “te amo”, la única que conoció mi lado cursi y tierno, y eso ya es mucho decir. Vamos a escaparnos, te veré cuando me quite el traje en la puerta trasera, cariño, no dije mis votos. Estoy tan contento de que estuvieses cerca, cuando dijeron: habla ahora —sonrió.

Respire otra vez.

Cuando quieres llorar sin ninguna razón, cuando quieres gritar pero nadie te escucha, cuando quieres correr pero estas demasiado cansado para levantarte, cuando quieres soñar pero no puedes dormir, cuando quieres olvidar lo inolvidable, cuando quieres enmendar tus errores pero ya es demasiado tarde, cuando quieres vivir pero no encuentras un motivo para hacerlo… cuando sientas que ya nada tiene sentido, en ese preciso instante justo antes de darse por vencido llega a tu vida eso que todos llamamos: una segunda oportunidad. Recuerda, las segundas oportunidades no se dan, se ganan. 

***

Ésta historia cabe destacar que es más como una enseñanza que espero que os sirva a muchas de ustedes en su vida❤.