1# Pedazos De Una Rueca. La Saga De Coronas y Espadas

Capitulo 3

Desde que ella esta en mi mente, ella se ha vuelto mi inspiración, su forma de actuar, tratando de ser diferente y demostrando que una mujer puede ser la leona de la manada y lo hace tan bien que no podría decirle que no, mis dedos tocaron las cuerdas de la guitarra, haciendo que sonara la parte de lo que podría ser una melodía, escrita solo para ella.

Cada segundo que pasa, mas me enamoro de ella, una melodía que se crea con solo pronunciar su nombre.

Cada segundo que pasa, menos puedo dejar de pensar en ella, una melodía que se crea con solo verla.

Solo vale vivir si es junto a ti, eres el motivo de levantarme en la mañana.

Pero tu mirada no sabe que existo, los latidos de mi corazón me delatan.

La puerta de mi cuarto se abrió lentamente, dejando pasar a mis tías, sus ojos no pueden ocultar que están emocionadas de que vuelva a tocar la guitarra, la verdad hace tiempo que deje de escribir, siempre conocí la melodía de mi corazón pero nunca le he podido ejecutar.

- De lo que llevas escribiendo, suena muy bien. - dijo mi tía Flora. - Y ¿para quien es? - yo solo me reí, esperaba esa pregunta. - Para la princesa de mis sueños, ustedes saben que jamas he escrito para alguien, solo necesito leer algo romántico y fluyen las ideas. - ellas me sonrieron. - Ya es hora de comer. - me levante y deje la guitarra pero mi tía Primavera se me acerco. - Creo que esta melodía viene mas del fondo de tu corazón, a mi no me mientes. - de mis tres tías jamas le he podido mentir a ella, me conoce tan bien que no se si sentirme desnudo delante de ella.

Al bajar las gradas, ellas tarareaban la melodía que tocaba mi guitarra, desde que soy pequeño me ha gustado la música es un talento que me ayudaba a olvidar todos esos momentos incómodos en mi vida en la cabaña.

- Deberías meterte al club de música, tienes un don que no puede ser negado. - meterme, no es mala idea, todos están en un club, puede ser de ayuda a la hora de escaparme de mi madre y tal vez poder verla, así terminar la canción. - Voy a pensarlo, tengo algunas cosas que hacer. - ellas se rieron. - Eso significa que si lo hará, no te hagas el difícil, te conocemos.

Escuche las ruedas de un auto estacionarse en la parte de enfrente de la casa. - Tu madre no viene hoy. - se abrieren las puertas y con ellas trajeron una gran tensión a la casa, pero mis ojos se sorprendieron cuando vieron a los chicos salir del auto negro. -¿Quienes son? - fui a abrir la puerta. - Unos amigos del colegio, son los únicos que se atreven ha hablarme,  las personas creen que soy como la bruja de mi madre y no solo yo lo pienso.

- Bienvenidos a mi humilde hogar. - ellos entraron. - De humilde no tiene nada. - dijo Aindreas  - Me hubieran avisado que que pasarían por haca. - ellos se acomodaron en la sala. - Si te decíamos que vendríamos ya no seria una sorpresa. - dijo Keandre. - Tías les presento a mis amigos, el de pelo rojo es Keandre Fave, el chico con el libro es Aindreas Faure, el de pelo negro es Ciarrai Flebet. - ellas los fueron a saludar. - Mucho gusto de conocerlos.

Ellas sirvieron mas platos para que ellos también nos acompañen a la hora de comer, antes de ir a estudiar. - Ya decidiste a que club entrar. - me limpie la boca. - Todavía no. - mis tías se miraron. - Kyle es bueno tocando la guitarra y cantando, es un don. - dijo mi tía Primavera, jamas estas en mi contra, me ha traicionado. - Fácil, métete ha ese club, allí hay algo que te interesa. - al decir algo que me interesa ya se a que se refiere, pero la verdad no se si creerles, ella se mira demasiado ruda para estar cantando. - El club de canto tiene como fin hacer competencias y todo eso, pero son mas grupales.

Al escuchar eso los ojos de ellas brillaban, parecen luciérnagas. - Bueno es todo, tenemos que ir a la escuela, chicos vayámonos. - ellos se levantaron de mala gana, pero si siguen hablando se les saldrá mi razón por la que quiero meterme, si es cierto lo que ellos dicen.