Capítulo 03: Luces, cámara y mucho trabajo

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Márgara se sintió humillada cuando la maestra de actitud les dijo que se quitaran los zapatos luego de la desastrosa prueba de la tarjeta; estar descalza en una situación que no era para eso se convertía en un acto de vergüenza, por que era una forma de decirle que no estaba preparada para hacer lo que se proponía en ese programa.

—Bien, ahora que las princesas están con los pies sobre la tierra —dijo Vicenta, con una gran sonrisa triunfante—, es el momento de que bajen del cielo y empiecen a trabajar. Primero, como es evidente que ninguna trajo un cambio de ropa, van a ponerse un pantalón y un peto deportivo, pueden sacarlos del armario del fondo.

Mientras las chicas obedecían la instrucción en silencio, la maestra se acercó a su asistente.

—Date vuelta, no puedes mirar.

El chico revoleó los ojos y volteó, quedando de frente a ella, que lo miraba con picardía.

—¿Qué opinas?

—Hay varias que están de diez —comentó él.

—¡Tonto! —Le dio un golpe en el hombro— Te estoy preguntando si crees que alguna tiene al menos una remota posibilidad en todo esto.

Gael se lo pensó un momento antes de responder.

—Creo que sí, es decir, supongo, por algo las escogieron. Lo único que me llama la atención es que todas tengan algo de una famosa ¿Crees que sea por eso que el señor Haim dijo que después...?

—Shhtt —Lo silenció ella—. No puedes decir palabra de eso, es información clasificada. Pero sí hay algo de eso, desde luego que sí, pero va a ser después; durante el principio del programa necesitamos que sirvan para la cámara.

—Va a ser difícil entonces —murmuró él, en tono confidencial, mientras indicaba a algunas de las fotos en la libreta de notas— creo que ellas son las mejores.

—Ocho, eres generoso, eso me encanta de ti —repuso ella—. Y me gusta mi trabajo.

El joven la miró con los ojos entrecerrados.

—Te gusta humillarlas.

—¡Pero claro! —La mujer le guiñó un ojo—. Es mi trabajo, y además piensa que si no son capaces de sobrevivir a esto, estarán perdidas la semana que viene cuando les digan el truco del programa.

Dio unos sonoros aplausos e hizo que las chicas se reunieran de nuevo; pudo ver lo incómodas que varias de ellas estaban usando el vestuario proporcionado por la producción.

—Bien, ahora voy a determinar los seis grupos de trabajo para esta actividad: escuchen muy bien, les voy a dar la referencia de un lugar cerca de aquí, y tendrán que llegar hasta ese lugar sin ayuda de los teléfonos móviles. Y espero que esos aparatos no sean lo único inteligente en esta sala.

Poco después, los seis grupos salieron, intentando seguir las instrucciones para cumplir con la actividad; Charlene estaba tratando de liderar el grupo, pero las cosas no estaban saliendo como esperaba.

Analie, Jazmín y Eva estaban con ella en el grupo designado, y la última estaba en una nube por haber sido nombrada entre las cuatro mejores seleccionadas la primera jornada.

—Te digo que no es así —Insistió—. Escucha, esto es igual que las competencias que hacían en el programa de las modelos, tenemos que encontrar las pistas en lo que nos apuntaron en esa tarjeta.

Todo lo que tenían para realizar la tarea era una tarjeta en donde decía "el secreto está en la manzana" y que de alguna forma debía llevarlas a una localización; hasta el momento, ninguna del grupo lograba dar con la clave.

Las divas no van al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora