III

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Eduardo, estaba sentado en un rincón con dolores muy fuertes de cabeza, -—porque tuvo que ser así... Es tan difícil mantener la calma—- se repetía una y otra vez. —¡Siempre esta casa! siempre vuelvo aquí.. siempre cerca de ella.

En la Universidad, Carla se sentó cerca a la piscina, tres  meses pasaron desde que Eduardo desapareció, dejó de esperarla, responder llamadas parecía que se lo había tragado la tierra.Sin embargo, cuando elevo la cabeza, grande fue su sorpresa ver verlo allí  apoyado en una esquina, sus cabellos dorados volaban con la brisa y seguía teniendo esos ojos azules tan penetrantes.

Carla se incorporó torpemente y fue corriendo a verlo -—me alegra tanto verte ¿donde estabas?

-—Haciendo unas cosas ¿vamos? Tenía un semblante sombrío

-—Está bien ¿Dónde vamos?

-—A mi casa.

-—¡Tu casa! genial por fin la conoceré.

-—Si...

Llegaron y era la misma casa que vio meses atrás, Eduardo la tomó de la mano y la hizo entrar. Era fantástica, en su época seguramente estaba llena de vida,  parpadeo y la casa cobró vida, volviendo al siglo XIX.

Carla, se desmayó del shock, para cuando despertó estaba en una alcoba que duplicaba el tamaño de su dormitorio.

-—¿Qué hacemos aquí?-—algo desconcertada

-—Ya no puedo apartarte más, finalmente te encontré... ¡eres tú! la esencia y el cuerpo unidos.

-—¿Unidos?-—Abriendo los ojos como platos.

—-Si unidos, verás está es mi cuarta reencarnación.

-—Jajajaja ¿en serio? La verdad estoy un poco escéptica pero sigue.

-—Yo morí en 1856 y tú un poco después. Decidí volver por ti y reencarne inmediatamente, tú lo hiciste dos años después, sin embargo tenías otro rostro y naturalmente ningún recuerdo. Trate de acercarme a tí, pero tú estabas comprometida con otro hombre y te casaste en aquella vida, viviste mucho y yo volví a morir a la misma edad...39 años.

-—Cuando volví por tercera vez vi una joven tan hermosa como tú, tenía tu rostro tu gracia, eras tú... Pero las apariencias engañan aquella muchacha era frívola y déspota tan pronto como la conocí decidí alejarme.

-—Y ¿dónde las viste?

-—Alrededor del mundo.

-—Pero me acabas de decir que estas atado a esta casa.

-—No te lo dije.

-—¿No me lo dijiste? y cómo es que lo sé.

-—Lo sabes —respiró profundamente— porque tu alma encontró su funda... los recuerdos pronto volverán.

—-Pero, yo no quiero que vuelvan solo quería una explicación. Amo a mis padres, mi vida, ni siquiera estoy segura de que me gustas.

-—Te daré tiempo los sentimientos afloraran.

—-Espero-—encogiendo los hombros

-—Ahora explícame, como es posible que la casa cobre vida.

-—Porque al estar atado, son mis recuerdos lo que hacen que vuelva a su antiguo esplendor.

-—Y ¿porqué puedo verlo?—- mirándolo con incredulidad

-—Porque tu esencia junto con la mía hacen el engranaje perfecto.

-—Tengo muchas dudas, porque esperaste hasta 1997 para volver.

-— Verás era mi deseo encontrarte una vez más, implore por volver... esta es mi última vida... Pude encontrarte.

Buscando en el PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora