No hay que aceptar ayuda de los necesitados

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Regresaron al hotel y ya era tarde, entraron en esa acogedora recamara, estaba de lo mas suave, Justin se acostó y se tapo y cerro los ojos mientras Miley estaba arreglándose en el tocador, con solo la luz de las lámparas al costado, Miley se puso en frente a observar como Justin descansaba, se miraba tan adorable acostado, así que se escabullo por los pies de Justin, metiéndose debajo de la sabana, y acariciando con su boca las piernas de Justin, y después su entre pierna, Justin solo sonreía y soltaba unos gemidos leves, mientras trataba de buscar por debajo de la cama el rostro de Miley, pero ella estaba ocupada bajando los pijama de Justin y chupando con delicadeza cada parte intima de él, así que Justin no tuvo mas remedio que hacer la cabeza hacia atrás y disfrutar del placer que Miley le daba. Miley fue subiendo hasta con Justin y besando su cuello lentamente llegó a los labios, y se besaron apasionadamente, Justin recorría con la yema de sus dedos aquellas curvas de Miley, mientras trataba de deshacerse de la ropa de ella, que al parecer, le estorbaba demasiado.

Cuando quedaron sin ropa Justin se posiciono encima de ella, sin dejarla de besar cada vez con mas pasión y locura, cada vez que hacían el amor era especial e inolvidable, pero esa vez la noche parecía que ardía dentro de esa habitación, sus cuerpos sudados haciendo contactos tan íntimos, el pene de Justin quería estallar de tanta excitación que sentía… Miley le imploró que la hiciera suya de una vez, Justin no necesito que Miley se lo volviese a repetir, tan decidido empezó a penetrarla rápido, parecía que la adrenalina corría por las venas de los dos, desesperados por más placer, y más… terminaron después de un rato agotados, y sin energías, pero satisfechos. Justin besó la frente de Miley y le dijo lo mucho que la amaba, mientras la acorralaba con sus brazos y los dos caían dormidos sin saber más del mundo.

Los días pasaban, se acercaba más la fecha de su regreso, de nuevo a casa… en todos esos días no hubo uno solo donde no hicieran el amor, si estaban en la alberca, se aventuraban en la madrugada hacerlo cuidadosamente, si estaban en la playa, esperaban a que la gente se alejara y se entregaban en cuerpo y alma, con la luna y las estrellas de testigo, les gustaban las aventuras extremas, todo era tan perfecto entre ellos dos, hasta que un día antes de su partida, tocan a la puerta, Miley se estaba bañando, y Justin había bajado a pagar el alojamiento, la muchacha de servicio siempre tocaba a la puerta y Miley solo presionaba un botón y esta se abria, asi que cuando escucho que tocaban, se imagino que era ella, salió por un momento, presiono el botón y se siguió bañando, cuando salió cambiada, se dio cuenta que no era la muchacha de servicio, o si lo era, dejo toda la habitación impecable ya que se había robado todo su equipaje, y joyas… se altero mucho, llamo a Justin, recordando que tenia guardado el celular bajo la almohada.

- Justin, nos acaban de robar, ven de inmediato.

- ¿Qué? – preguntó alarmado – voy para allá.

En un instante llegó, Miley le contó lo que había pasado… Justin reviso en el closet del baño y era lo único que habían dejado, los boletos de avión, que habían guardado bien, en caso de emergencias, hablaron a seguridad del hotel, para reportar el robo, mientras Justin trataba de tranquilizar a Miley que estaba muy alterada.

- Ya tranquila, solo son cosas materiales.

- Ese no es mi trauma, deje pasar a un desconocido, o desconocida, por confiada, imagínate que me hubiera hecho algo a mi, o a ti, jamás me perdonare este descuido.

- Pero no paso nada, descuida, ya amor – le besaba la frente, pero Miley seguía histérica, y Justin no sabia por que.

- Vez, a eso se refería la gitana, ¿la recuerdas?

- Tienes razón, supo que necesitaríamos ayuda, esto ya estaba predestinado, iba a pasar de todos modos, pero estarías bien, yo estoy contigo y nada malo te pasará, te amo.

- Justin, yo… no me siento bien – dijo al momento que caía en la cama, se había desmallado.

-Miley - la sacudía – respóndeme, despierta por favor.

Justin inmediatamente llamo al doctor del hotel, después de unos minutos subió y ayudo hacer que Miley despertara.

- Señor Bieber, creo que a su esposa se le bajo la presión.

- ¿señor? ¿esposa? Da igual, ¿esta bien Miley?

- Si, esta bien, solo déjela descansar un poco, pero no esta mal hacerle unos estudios, en el consultorio de aquí, contamos con esos elementos, si gusta puede pasar hoy por la tarde para hacerle el estudio.

- Gracias, lo acompaño a la puerta

Detras de mi ventana [HOT]  (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora