Test

9:44. Sin palabras

—Pero— Ese pero me paraliza, ruego porque sea algo bueno, de verdad cruzo los dedos. Mis manos vuelven a temblar, sudan junto con el escritorio y ese sector donde me sostengo.

—Claramente se les dijo que las letras de las respuestas iban en Mayúsculas y con lápiz—

Me quedo callada, mi mundo de felicidad se desmorono, pero tengo la esperanza de que sus palabras digan que esa falta de atención será perdonada por la excelencia de mis respuestas. Lo dudo por su sonrisa fingida para transmitir calma y esos ojos de preocupación, me lo dicen todo.

— ¿Qué hago? — Rompo el silencio, quiero saber lo necesito.

— Nada, solo para la otra ponga atención— Responde

— ¿Eso quiere decir que tengo cero en el examen? —

— Exactamente— Dice— Ahora tome asiento... ¡35! —

Sin más me siento en mi lugar, no reclamo, nada. Solo me siento y vuelvo a la cotidianidad y el confort que me dan los 5. 

"El extra si lo paso". Pienso