Capítulo 16

24.4K 2.4K 749
                                    

Capítulo 16

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 16

—¿No? —siseó Zack—. ¡Sé que fuiste tú! ¿Quién más podría meterse en el sótano sin que nadie lo notara? Tú sabías del dije y me eliminaste para quedártelo.

—¡JA! —Adam se rió sin humor—. La verdad es que no sabes nada... Y siendo tu abuelo uno de los portadores, creí que estarías más orientado, Zack. Ahora... —preparó el arma.

—Sabes que no vas a dañarme con eso —gruñó él—, ya estoy muerto.

—Ah, sí, claro que no, no puedo dañarte. Pero a ella sí.

—Y movió el arma para apuntar a Zoey justo en la frente, que se ocultaba detrás del brazo contorsionado de Zackary—. Aléjate de ella o la mato.

Zack lo insultó con fuerza, mientras Zoey comenzaba a temblar de forma descontrolada. ¿Él realmente iba matarla? Tuvo deseos de llorar. En ese momento, la adrenalina que la había ayudado en el bosque brillaba por su ausencia. Un arma no era lo mismo que una espada...

—Lo repetiré solo una vez más: muévete o le estallo la cabeza —dijo Adam entre dientes.

—¡Quiero ver que lo intentes!

Adam también insultó y preparó de nuevo el arma, dejándola a punto para disparar; Zoey no pudo aguantar más. Si se quedaba allí una bala le daría sin lugar a dudas. Tenía que correrse de su camino y dejar que Zack se encargara de ese tema, como con las flechas en el puente. Soltó los pergaminos y se dio la media vuelta para correr por entre las máquinas, lejos de ese loco y sus balas.

—¡ZOEY, NO!

No se detuvo a ver si Zack la seguía o no, pero escuchaba sus pasos con precisión y, detrás, a Adam pegando gritos.

Las balas no se hicieron esperar. Cuando los disparos chocaron contra el techo y las cañerías sacando chispas, Zoey chilló y se encogió sin dejar de correr; pero era solo cuestión de tiempo. Dobló en una esquina entre las tuberías y tropezó. Dejó de escuchar a Zack, como si lo hubiese perdido en un sitio más grande que ese.

Se arrastró por el suelo al ver que aquel pequeño pasadizo no tenía salida y que no podía seguir corriendo. Tendría que esconderse. Gateó y de pronto su pie se trabó con algo. Aterrada por lo que le había pasado a Zackary en ese mismo lugar, volteó para ver qué la sujetaba y se quedó muda de la impresión. Una masa negra, deforme, le apretaba el tobillo con tanta fuerza que terminó por arrastrarla hacia atrás.

Gimió aterrada, mientras clavaba las uñas en el pavimento. Si gritaba, ¿quién llegaría primero? ¿Zack o Adam?

Pero no hizo falta; alguien se detuvo a dos metros y soltó un jadeo. Zoey pegó un chillido al ver que Adam había llegado antes. ¿Y entonces dónde diablos estaba su protector?

—¡ZACK! —gritó.

Adam jaló el gatillo, pero no le apuntó a ella sino a la masa negra que la sujetaba.

El dije [en Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora