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La política siempre fue mi vida, era todo lo que tenía, lo único a lo que le había entregado una parte de mí por el simple hecho de que era tan siniestro que era una forma u otra hasta el humano más cruel podía sentirse en casa. Así era, una joven diputada de 28 años que representa al estado de Florida.

Rápidamente al finalizar mis estudios en ciencias políticas en Harvard me mude a Reino Unido para obtener mi doctorado en relaciones internacionales en Oxford, mi subsistencia siempre fue así, libros, viajes, decisiones y sed de poder.

Mi familia poco cabe en la historia, una hermana que lucha contra el calentamiento global en Canadá junto a mi adorado sobrino y su esposo, un músico odiado por decir lo que ellos no quieren oír. Una madre empoderada que luchaba a diario con un hombre machista que dio la espalda a su hija por ser lesbiana, el mismo que hizo que el único noviazgo real de mi vida terminará. Adèle Exarchopoulos, la que pudo ser el amor de mi vida si tan solo hubiera antepuesto el amor aunque sea por un minuto.

Actualmente en el año 2019 todo iba a la perfección, ya me encontraba en el gobierno de Estados Unidos con la convicción que la mejor forma de cambiar la sociedad es desde adentro, de donde los poderosos nos mueven y nos dicen qué pensar.

Sin embargo, cuando menos lo desee, como parte de los grandes favores extra regulares cotidianos, se me solicitó unir a una "estrella pop" a HandsOn Miami, su nombre era Lauren Jauregui y debía "limpiar su imagen" con urgencia, por ende iba a coexistir con ella por un largo tiempo. Sin preguntas acepte, guardar favores aquí lo eran todo y más si te los debía un senador de Nueva York, así que a la semana siguiente fui por ella al aeropuerto, puerta 14 y todo comenzó.

-Tú debes ser Reynolds- Levantó la mirada y veo a una guapa chica de ojos verdes, nada comparada con la idea de niña mimada de 14 años que había imaginado.

-Sí, un gusto Lauren, me llamo ____ Reynolds y seré tú...-

-Niñera- Interrumpe mi presentación tajantemente mientras un moreno lleno de tatuajes y extraño cabello la abraza por la cintura y la besa apasionadamente.

Y sigue besándola, ¿Será que estos niños no se cansan? Dios mío en cualquier momento se la traga, santa mierda, le esta tocando el culo en pleno aeropuerto y poco les importa los periodistas fotografiandolos.

-Chicos... oigan... estoy aquí- Me ignoran.

-Ya separense, no? Dan asco, puedo ver sus lenguas desde aquí- Bufo molesta.

-Tranquila guapa, puedes unirte también- Manifiesta el moreno que ni su nombre se.

-No gracias, conozco mejores formas de inducir el vómito- Sonrió irónica.

La ojiverde aguanta una pequeña risa hasta que nota la cara de su novio.

-Es hora de irnos Lauren, despídete de tu novio- Pronunció autoritariamente, ante lo cual recibo otros 5 minutos de sonora saliva traspasar frente a mi.

Cuando por fin termino esa desagradable sesión de besos, tome uno de los bolsos de Lauren y fuimos en rumbo a mi cadillac ELR.

-Lindo auto- Comienza una conversación.

-Gracias...¿Puedo hacer una pregunta sin mayores vueltas?- La verdad se notaba buena chica, no lograba entender los motivos para obligarla a limpiar su imagen haciendo cosas que no le nacían.

Asintió levemente.

-¿Por qué te mandaron conmigo? Es decir, no tengo un título en psicología o algo por el estilo, debiste hacer algo realmente malo para que te pusieran en manos de una diputada primeriza-

-Es simple ______, digo lo que pienso, lo que a la gente le molesta escuchar, aquello que no quieren ver, pero necesitan verlo porque sino seguirían creyendo que sus patéticas vidas son el sueño que tuvieron desde los 6 años. El hombre sentado a menos de un metro de su televisor, la mujer en casa y los hijos pegados a celulares más grandes que su cerebro.- Responde naturalmente la pelinegra.

-¿Y crees que lo que tú piensas es la verdad total?, ¿Que la mejor forma de mover a la sociedad es restregandoles sus "patéticas" vidas en la cara?, ¿No sería mejor dar soluciones?, ¿Mostrarles que hay más para ellos que ese televisor?- Cuestiono para hacerla provocar, quiero ver su mente e ideas brillar, pero visualizo mi estacionamiento con el número F02, mi departamento.

El camino hacía el loft fue silencioso. Al llegar puedo ver por su sonrisa que le ha gustado, la mezcla de madera, ladrillos y un toque antiguo nunca fallan. Le señaló mi cama que ha de ser la suya por un tiempo, en cual reinaba el azul marino y un montón de libros. Sin más preparé una cama improvisada en mi sofá y me dispuse a dormir sin alcanzar a despedirme de Lauren, ni de ponerme pijama.

Despierto con la alarma de mi celular a las 7 am, voy por toallas y ropa mientras observo que la ojiverde duerme plácidamente. Me cuesta imaginar que tantas cosas malas puedo hacer, su pestañas largas hacen perfecto juego con sus labios carnosos y ese aro tan sexy en un nariz. Me detengo ¿Qué mierda estoy pensando?, mejor me apuro en ir al trabajo.

Diez minutos tarde, saludó cortésmente a mi secretaria Victoria, una mujer de 50 años quien es como mi madre, se preocupa de mis comidas, de mi ropa, de mi agenda, basicamente mi vida funciona y se mueve gracias a Victoria.

El día transcurre normal con mucho papeleo, reuniones y llamadas, hasta que una en especial llega a mi oficina.

-Buenas tardes, diputada Reynolds- Contesto normalmente.

-Buenas tardes ____, habla Jhon Jauregui, quería preguntar sobre el comportamiento de mi sobrina. Sé que no es fácil de manejar- Mierda, olvide a Lauren, el senador va matarme si se ha metido en líos.

-Perfectamente señor, de hecho ahora me preparaba para ir a casa y conversar con ella, conocerla- Miento descaradamente.

-Wow, me sorprende, muchas gracias señorita Reynolds, le debo uno grande. Estoy atento al teléfono para cualquier cosa, adiós.- Corta sin más.

Apresuró el paso, me despido de Victoria y decido ir a casa, he olvidado una completa extraña en mi hogar.

Subo rápidamente al loft y me encuentro con un escenario nada agradable, el ambiente se encontraba lleno de humo de marihuana, sí he de reconocerlo, y The 1975 haciendo vibrar las ventanas que dan a toda la ciudad, así que las abro para dejar el humo dispersarse y evitar unos vidrios rotos. Por otra parte ¿Dónde mierda está Jauregui?, subo hacia mi habitación y veo la escena más disgustante de todas: advierto al moreno debajo de Lauren y esta encima de él desnuda.

Apagó la música, ambos miran a sus alrededor hasta que sus miradas chocan la mía, el chico ríe y ella me mira en estado de shock.




NOTA: 

Primera vez que decido escribir para alguien externo a mi misma, asi que tengan paciencia para el desarrollo de la historia y leer, ojala que disfruteis! 

Política , amor y JaureguiWhere stories live. Discover now