La carta seleccionada.

9 0 0
                                    

No podía estar pasando esto, era increíble, efectivamente era mi sueño pero no de esta manera. No podía decir que sí, pero veía el rostro de Charlotte y la veía feliz, alegre de emoción. Pero no, aun así me niego, no seré parte de eso.

—Vamos Abi, hazlo por mí—comenzó a suplicar—desde que llegue a tu familia solo eh cumplido los sueños y metas de nuestros padres, permíteme lograr esto que en verdad quiero.

La observo fijamente, tenía razón en eso. Ha cumplido las expectativas por ese terrible miedo de que la regresaran al orfanato y casi nunca hacia lo que ella en verdad quería hacer. Pensándolo bien de esta forma es como lograre mi sueño, aunque no es la manera correcta pero tiene razón, cantare y eso es lo que quiero. La abrazo y es mi manera de decir que aceptare ese contrato. Sonríe y me da un beso en la mejilla, después se va y hace una llamada, por lo que escucho está confirmando la cita de mañana con el productor de música.

Estoy en mi cama, acostada y mirando el techo sin poder dormir. La noticia de Charlotte no dejo de darle vueltas en mi cabeza. Quiero a mi hermana, pero también tengo amor por mi sueño, cierro los ojos y comienzo a imaginar cómo sería esta gran aventura. Cantando en un gran estudio, escuchando la música mezclarse con mi voz. Todo parece mágico y poco creíble. Vuelvo abrir los ojos y acepto que esa visión me gusto, no puedo negarme. Además es claro que la audición de ayer no pase. No voy a tener otra oportunidad más que la que Charlotte consiguió para ambas. Con la mente clara de lo que voy hacer cierro de nuevo los ojos, esta vez para dormir profundamente.

—¡Despierta Abi!—grita Charlotte—¡Vamos, tienes que alistarte!—me zarandea de los hombros para que reaccione—Si no te levantas, traeré una cubeta de agua.

—Está bien, ya me levante—somnolienta me siento en la cama, es que si no lo hacía cumpliría la amenaza del agua.

Después de tomar un baño que me despertó pro completo, me dirijo a la cocina y Charlotte me sirve el jugo de naranja que tanto me gusta. Me entrega un plato con pan tostado y ella toma su café, no quería aceptarlo pero se ve más feliz que otros días. En verdad desea esto.

—El señor Banks vendrá en cualquier momento, así que prepárate.

—Hare lo mejor Charlotte, no te preocupes.

Le di mi mejor sonrisa, era cierto, haría lo mejor para que ambas estemos cumpliendo nuestro sueño. Charlotte salió de la cocina diciendo que tenía que ponerse el mejor vestido. Solté una pequeña risa, solo ella correría de ese modo. No necesitaba prepararme, mi voz hablaría por mí misma tal y como lo he estado haciendo, tengo que ser autentica para que me tomen enserio.

Salgo a la calle y respirar el fresco aire de las mañanas y dejar que el sol bañe un poco mi piel blanca, dejar que le otorgue algo de color. Había olvidado que hoy era día de correo, me acerque hasta nuestro buzón blanco que extrañamente Charlotte creo, ella y sus dones artísticos. Tome los sobres, pagos de agua y energía eléctrica, el de la renta y la tarjeta de crédito de Charlotte. Abro ese sobre solo por curiosidad, increíble y ella misma se dice ser administradora, pago por un vestido, varios zapatos y un bolso, a este paso nos quedaremos sin nada. Suspiro de preocupación, Charlotte solo compra cosas sin pensar cuando esta angustiada, en fin, pronto solucionaremos todo esto. El último sobre es un poco extraño, no estábamos subscritas a ningún club o algo parecido. Detenidamente lo abro y observo la carta, el logo era un poco familiar y entonces comienzo a leer.

Ha sido elegida para participar en la selección, posteriormente si resulta ganadora podrá grabar su primer álbum como solista y comenzar con una gira de presentaciones.

¡No puede ser! Había sido aceptada en mi audición, es realmente increíble. Además la carta decía que tenía que presentarme el día de mañana para el registro y comenzar el proceso...

Oh no, Charlotte. De la emoción había olvidado la promesa y el contrato que firmaría unos minutos más, que se supone que debo hacer. Estoy confundida, lealtad a mí misma o a mi hermana. Una decisión nada sencilla pero sea cual sea debo enfrentarla y seguir adelante. 

PAUSADA: El secretoWhere stories live. Discover now