Beside You - Luke Hemmings ♡

44 - "Realmente me canse de fingir"

NARRA LUKE

Mientras Ronnie está en los vestidores cambiando su ropa espero sentado en la choza que hemos elegido cerca de la orilla.

Llevo mis dos manos a mi cuello, descanso mi espalda en la silla y cruzo mis piernas  buscando la posición más cómoda posible.

No puedo quejarme. Estoy en esta playa con el agua cristalina y un sol que ha iluminado toda la costa de una forma espectacularmente perfecta.

No me queda más que cerrar los ojos para escuchar el sonido de las olas romper en la arena.

I'm at a payphone trying to call home

All of my change, I spent on you

Where have the times gone?

Baby, it's all wrong

Where are the plans we made for two?

Maldición.

Busco en el bolsillo de mi pantalón el estúpido y parlante teléfono.

Aarón.

- ¿QUE DEMONIOS QUIERES? -Grito. Él ha interrumpido mi zona de confort y se merece mi dosis de odio.

- Wow, sí que eres amable querido amigo.

- No estoy para tu mierda -le contesto enfadado.

- ey ey, más respeto -advierte- Te llamo para algo importante.

- Habla de una vez -apuro.

- Gracias a que siempre desapareces cuando te necesito ayer no pude presentarte a mis amigos -reprocha- pero estoy más que seguro de que hoy vas a llegar a las 9 a mi casa para hablar con ellos ¿no es cierto?

- Hoy no puedo -contesto enseguida.

- ¿perdón?

- Estoy fuera de la cuidad.

- Luke, Luke -el tono de su voz suena como un reproche, pero estoy seguro de que este chico está tratando de darme una advertencia- no estoy jugando.

- Yo tampoco -odio que me quiera manipularme, me produce gran molestia- ¿tú no dices ser mi amigo? soluciónalo.

- Porque eres mi amigo te recomiendo que vengas a mi casa a las 9, no están dispuesto a esperarte más tiempo.

- Tratare de llegar, pero no estoy seguro.

- Más te vale que lo estés.

La llama termina.

- ¿Ya debemos irnos? -La voz de Ronnie me sorprende.

- ¿cuánto tiempo estuviste ahí?

- llegue hace un minuto ¿necesitas volver a la cuidad? -su ceño se frunce ante la idea de regresar temprano.

- Aun no -contesto.

- Si de verdad tienes que ir...

- No, está bien -le aseguro.

Últimamente no sé lo que está bien y lo que está mal, pero he aceptado la condición de quédame perdido en el brillo de sus ojos avellanados; De ese modo las cosas parecen marchar bien.

Se sienta frente a mí.

No es hasta ese momento donde mis ojos recorren sus piernas que me doy cuenta de que está usando mi camisa negra.

Hala de ella en busca de cubrir más su muslo, pero solo llega hasta la mitad de él.

- Creí que te quedaría más corta -me decepciono.