Fuego y Pasión ~Larry Stylinson~

Capítulo 15

Lo besó en el cuello y después se volvió y se sentó a horcajadas sobre él, dándole la espalda. Llevaba botas con cordones y le llevó un minuto desabrochárselas, pero enseguida las lanzó al suelo junto con el resto de la ropa.

Harry le acarició la espalda con nerviosismo. Aunque Louis estaba inquieto, él lo estaba aún más.

-Cuando esté desnudo, ¿tú también te desnudarás?

-Sí.

Harry se quedó helado un par de segundos, pero enseguida se afanó por desnudarlo tanto como lo hacía con él. Louis tuvo que bajarse de la cama para quitarle los pantalones; Harry se puso de pie para ayudarlo. Entre los dos le bajaron los pantalones y la ropa interior, y Harry se los sacó por los pies apresuradamente. En cuanto estuvo desnudo fue a quitarle el camisón, pero Louis no le dio oportunidad.

Lo empujó sobre la cama y se estiró sobre su cuerpo largo y desnudo. Louis lo besó, agarrándole la cara y deleitándose con sus labios carnosos y calientes, con su cuello, bajando por sus hombros, hasta su pecho. Estaba vivo, ileso y, de momento, era suyo.

Había sido una noche horrible e interminable. No había pegado ojo, viendo la tele mientras daban algún parte de última hora sobre el incendio. El saber que Harry hacía bien su trabajo, que estaba bien entrenado, no había sido de mucha ayuda. No dejaba de pensar en cómo había muerto un hombre en un incendio como aquel...

Sin embargo, los recuerdos habían tenido un efecto distinto. En lugar de avergonzarlo, lo habían alentado. Sintió que deseaba aprovechar cada segundo de su vida, y no desaprovechar ningún momento especial. Harry se arriesgaba la vida cada día. Era un héroe en el sentido más puro de la palabra, y lo deseaba a él.

Por eso estaba agradecido.

Louis le lamió la piel caliente, lo mordió y lo chupó, experimentando por él una avidez que no había experimentado siete años atrás. Quería darle placer. Quería verlo disfrutar.

Harry gimió y apartó los brazos del cuerpo de Louis, haciendo un gran sacrificio.

-Estaba tan preocupado...

Entre besos y caricias, Louis se dio cuenta de que aquello no le bastaba.

Su abdomen se contrajo con fuerza cuando él le puso la boca allí y le dio un chupetón en un músculo bien definido. El le acarició la cabeza, presionándoselo, animándolo a que continuara.

-Yo también -dijo con voz ronca-. No quería volver a casa y estar solo -hizo una pausa y gimió de gusto-. Quería pasar el día contigo, Louis.

-Sí.

Louis lo olió. Acababa de ducharse pero el olor a humo se había pegado a él. Vio restos de hollín en sus uñas, y recordó que él le había dicho lo mucho que costaba quitarlo, a pesar de llevar guantes.

El vello del abdomen era castaño en lugar de rubio oscuro. Pero el vello de la entrepierna era aún más oscuro y más tupido. Louis lo miró con fascinación, sorpresa y excitación apenas sofocada. Su erección se alzaba, potente, larga y grande,demostrándole que él también estaba muy excitado.

Con el corazón latiéndole en la garganta, Louis lo tocó, explorándole el miembro duro de piel sedosa y caliente. Consciente de su agitada respiración, de su modo de observarla, Louis le agarró el miembro con firmeza. Entonces, con mucho cuidado y suavidad, lo acarició de arriba abajo.

Harry alzó las caderas con fuerza y volvió a caer sobre el colchón cuando Louis le dio un beso justo por encima de donde lo agarraba. Fue un beso tímido, tierno, pero su respuesta salvaje y su gemido gutural lo incitaron. Le lamió la punta, probando su esencia salada.