Fin de la segunda parte

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Es difícil expresar.
Todo lo que he guardado.
Esta es mi única oportunidad, escucha bien, no es fácil sacarlo.

Hace mucho tiempo descubrí en un rincón la magia del amor, cuando las injusticias en mi vida tenían explandor.

Esto es diferente, pues tú pronto te has de ir, dime que ha pasado, la causa del sufrir.

Te conocí rara y divertida.
Un risa sin igual.
Las mejillas siempre rojas.
Tu mirada espacial.

Caminando siempre firme,
nadie se atrevía a molestar,
tu aroma en el aire se quedaba,
mejor que el de un rosal.

Tus palabras delicadas,
Convencía a más de uno,
Ese día dijiste Hola,
Esta vez era mi turno.

Respondí muy impaciente,
Con el corazón a diez por mil,
Me miraste un instante,
¡Dios! Sólo así era feliz.

Desde ese día en mi vida, un hueco te dejé,
Entraste con mucha prisa, en el momento no entendí por qué.

Los días de colores se volvieron,
En mi familia la risa regreso,
Todos te amaban más que a sí mismos,
Yo no fui la excepción.

En mi cuarto siempre alegres,
Ningún momento fue igual,
Hablábamos de Sabines, también de Cortázar,
Los misterios de la vida, se desataban sin pensar.

En el techo de mi casa,
Siempre veíamos el atardecer,
Tus lágrimas siempre derramabas,
¡Dios Santo! Me dolían sin siquera ver.

Una tarde en el techo,
Mirando otra vez el atardecer,
Tus lágrimas brotaron.
Quise hacer algo, así que te abracé,
Te amo- dije sin pensarlo.
Mala idea tal vez, el problema aquí ha de nacer.

Un mes entero,
De ti no supe nada,
Ese mundo melancólico,
Regresaba de la nada.

Mi buzón de mensajes, ¡nada!
Mi buzón de llamadas, ¡nada!

Recordé aquel cuento, el de un principito,
Que miro 43 veces un atardecer,
¡Dios mio! Yo ya llevaba 86.

El Insomnio mi amigo,
Con Soledad regresó,
Invitaron a Tristeza,
Pero Dolor fue quien llegó.

Entre letras me escondí,
Fue cálido y armonioso,
Inspirado siempre en ti,
Lo negaba, pero era grandioso.

Y así pasó el tiempo,
De ti no supe nada,
Hasta hace una semana,
Que te vi muy mal parada.

Es duro recordar todo lo que ese día pasó,
Estabas mal, te lleve al hospital,
Delirabas en el camino, llorabas sin parar,
Te amo me decías, Calma eso yo respondía.

Sobredosis... La causa de tu muerte.

Mal de amores... La causa de la mía.

Cientos de emociones descubrí,
Desde aquel día que tuviste que partir,
No se expresar todas,
Pero de diferente manera mi corazón hacían latir.

Yo te amaba.
No se si tu lo hacías.
Tal vez me lo dijiste,
Pero sólo delirabas.

Yo te amaba.
Yo... Te amaba.

Hoy, sólo me queda recordar,
Pero a ti no ha de ser, te lo juro, no voy a mentir,
Más bien recordaré a lo que antes yo fui,
Porque sólo así es como podré seguir.

Este tal vez, es el último poema que para el público escribo, pero para ti, mi vida, me volveré un poeta infortuno, pero seguramente por el resto de mi eternidad,
Hasta que un día te encuentré en el final.
Porque a fin de cuenta... A fin de cuentas la eternidad también se ha de acabar.

Falta el poema final. Gracias.🙊💓

Cuando las estrellas se apagan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora