On my way

Capitulo 1: Nuevos vecinos

-Lily! Baja la velocidad!-

-Es tan divertido Mandy, no tengas miedo!-

-Las manos al volante Lily…. Cuidado!-

Eso es lo último que recuerdo antes de despertar en el hospital, llena de tubos y cables.

Había sido la noche de la graduación del hermano mayor de Lily, mi mejor amiga y vecina. Al terminar la fiesta, ya amaneciendo nos subimos en su auto, ambas habíamos tomado más de la cuenta. Ella comenzó a manejar a toda velocidad, gritaba y soltaba las manos del volante de su Volvo, convertible.

Al pasar por un puente ella perdió el control y caímos al agua.

Cando desperté en el hospital me dijeron que ella no había sobrevivido, yo salí despedida del auto, pero ella quedo adentro y se hundió. Cuando lograron sacarla ya era demasiado tarde.

Habían pasado dos meses, la familia de Lily había decidido mudarse hacia ya un mes. Se volvían a Londres de donde eran originarios. Ellos habían llegado de Inglaterra cuando yo tenía 4 años, y desde  el momento en que nos conocimos nos hicimos inseparables.

Ahora veía desde mi ventana, como se estaba terminando de mudar la nueva familia a la casa en la que solía pasar horas con mi mejor amiga.

-Maddy cariño, puedes bajar un momento?-

-¿Qué ocurre mamá?- dije mientras salía de mi pieza y bajaba las escaleras.

-Vamos a llevarle un pastel de bienvenida a los nuevos vecinos-

-Está bien vayan-

-Vamos todos Mandy, tenemos que presentarnos- dijo mi papá, el también sonaba desganado, le molestaba tanto como a mi tener que ir a era casa, él quería a Lily como a una hija.

-Está bien, adelántense, me arreglo un poco y voy ¿sí?-

-Está bien, pero no tardes –

Mis padres salieron y yo subí a cambiarme un poco. Estábamos en vacaciones, así que pasaba el día en pijamas, ya que tampoco tenía ánimos para salir ni a la vereda, lo único que hacía era recordar a mi amiga, mirar fotos y hacia su casa, solía sentarme en el balcón y esperar a que ella saliera como lo hacia todas las noches para chismosear, ya que nuestros balcones estaban separados por menos de un metro, cosa que no ocurriría de nuevo.

Cuando me vestí adecuadamente, Salí de mi casa e hice solo unos pasos para encontrarme con la puerta de la casa de al lado.

Amague a abrir la puerta como solía hacerlo, pero me percate que ya no podía hacer eso, así que golpee.

Enseguida me abrieron, un joven al parecer de mi edad, Salió de la casa.

-Buenas noches- le dije, no sabía qué hacer ni decir.

-Buenas noches- El joven me miraba de pies a cabeza.

-Soy Mandy, tu vecina, mis padres están adentro-

-Oh si, dijeron que vendrías, pasa-

Abrió la puerta para que entrara.

Me guió hasta la sala, aunque yo ya sabía cómo llegar.

-Cariño aquí estas!- mi mamá siempre tan exagerada. Yo solo asentí. –Ella es mi hija Amanda-

Una señora muy elegante se levantó de su sillón y se acercó a mí.