Narra Liam
Bobby seguía mirándome atentamente a los ojos, como siguiera así tendríamos un accidente.
-Ten cuidado, mira a la carretera- Le dije.
Hizo lo que le dije, dejo de mirarme para seguir mirando a la carretera.
-Lo siento chaval- Me dijo apenado.
-No lo sabías. Además fue hace mucho tiempo- Miraba por la ventana, como empezaban a caer gotas de agua de tamaño de pelotas de golf, como corrían las gotas de agua por el cristal de la ventana.
-No sé si debería hacerlo. Pero me pareces un buen chico- Dijo Bobby mirándome.
-¿El qué?- Le pregunte.
-Estaba buscando a una persona para que me alquilara una habitación y...- No le deje terminar de hablar.
-¿Y quieres que esa persona sea yo? No gracias, no quiero la caridad de nadie- Le dije- ¿Me puedes dejar en ese hotel?- Era un hotel de 4 estrellas lo que significaba que era caro.
-¿Seguro que no quieres aceptar mi oferta? No te cobraría mucho-Me dijo y negué con la cabeza- Bueno entonces toma- Me dijo dándome un paraguas- Para que no te mojes, y esto también- Me dijo dándome un papel- Es mi tarjeta, esta mi numero de teléfono, por si cambias de opinión- Me dijo.
-Gracias ¿Cuánto es?- Le dije refiriéndome a la tarifa del taxi.
-Nada, es gratis- Me dijo sonriéndome.
No había mucha gente buena en este planeta, pero Bobby era una de ellas.
-Gracias Bobby- Dije saliendo del taxi, abrí el paraguas que me dio, y fui al maletero para coger mi maleta. Menos mal que me dio un paraguas, estaba lloviendo a mares.
-Llámame por si necesitas ayuda- Me dijo Bobby desde la ventana, asentí con la cabeza y le sonreí.
Lo vi irse con su taxi, la lluvia no arrecia y se veía que iba a llover toda la noche. Mire el hotel, era como el de las películas, en el que el protagonista entraba y lo trataban como un rey, se enamoraba de una mujer hermosa y vivían felices para siempre en Cancún.
Volviendo a la vida real, entre en el hotel, había un hombre con un traje súper ridículo, de color verde con rayas azules.
-Buenos días señor- Me dijo el hombre que me atendió- ¿En qué puedo ayudarle?
-Hola, me gustaría saber cuáles son los precios de las habitaciones- Le conteste. No tenía mucho dinero. Tenía que ponerme a trabajar ya.
-Pues la habitación mas barata sale a 100 libras la noche, comida y cena no incluida- ¿100 libras la noche? ¿No incluía la comida ni cena? ¿Cómo comía? Tenía 500 libras. Creo que con la cara que puse, el hombre me compendio- Creo que no está interesado ¿No es así?
-Mejor me voy. Adiós- Me fui de ese hotel. Como todos los hoteles de esta ciudad fueran así tendría que dormir en la calle.
Estuve caminando y preguntando en cada hotel que había. Habían pasado unos 5 hoteles más y todos tenían las mismas tarifas. Estaba empezando a oscurecer y no tenia donde dormir, es significaba que tendría que dormir debajo de un puente o en el parque, o llamar a Bobby, aun tenía su tarjeta, pero no lo conocía, tenía un poco de miedo, ¿y si era un violador? No tenía pinta de eso. ¿Me arriesgaba? No sé. Miraba su tarjeta. Lo malo es que no tenía teléfono. Bueno, estaban las cabinas. Seguía mirando su tarjeta ¿Qué hacia?
Miraba al cielo y a la tarjeta al mismo tiempo. Decidido. Lo llamaba.
Entre en una cabina y marque el número que venía en la tarjeta. A los pocos segundos me contestaron.
-¿Si? ¿Quién es?- Me contesto una mujer.
-Si. Hola ¿Esta Bobby?- Pregunte.
-Si un momento ¿De quién?- Me pregunto. ¿Qué decía?
-Soy ehh… un amigo- Le dije.
''Por favor por favor por favor que me crea´´ Pensaba.
-Un momento- Me dijo. Me creyó. Gracias a Dios.
-¿Quién es?- Me preguntaron por la línea. Era un hombre. Seria Bobby.
-Hola, ¿eres Bobby?- Pregunte. Quien sería si no.
-Si soy yo ¿Quién eres tú?- Me pregunto, ¿ya se había olvidado de mi?
-Soy el chico del taxi- Espero que me recuerdo.
-¿Te has decidido ya no?- Me pregunto. Menos mal se acordaba de mí.
-Si- Le dije flojito. Me sentía patético. Pedir habitación a una persona desconocida no era mi especialidad.
-Está bien ¿Dónde estás? Voy a recogerte- Me pregunto.
-Estoy enfrente del hotel en el que me dejaste- Le conteste. No estaba allí, ¿pero qué le decía?
-Está bien. Estaré allí en 10 minutos- Me contesto.
-Vale -Colgué, me tenía que dar un poco de prisa.
Salí de la cabina. Había parado un poco de llover aunque no tardaría mucho en volver a llover. Camine como 5 minutos y ya estaba enfrente del hotel. Me tenía que esperar un poco para que llegara.
No paso nada de tiempo cuando vi un taxi pitar enfrente de mí. Era Bobby.
Me apresure en montarme en el taxi.
Me esperaba Bobby sonriéndome con un chico a su lado. Mirándome fijamente.
-Cuando lleguemos a casa hablaremos del precio- Me dijo arrancando. Asentí como aprobación.
Empezaba mi nueva vida, en una casa nueva.
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