Guerra de Bromas

Casilleros heridos

Entré a la escuela con un suspiro, hoy era mi primer día en el internado y aún no hacía amigas, realmente necesitaba una. Caminé por los pasillos, mientras muchos me veian y algunos se reían, odiaba esta etapa de iniciación, antes todos me tenían celos. Miré hacia un chico que me miraba y se reía, seguro de que yo era nueva. Lo escuché decir: pobre marginada.

Oh, no, eso no.

Me acerqué de un golpe a él, haciendo que se asustase. Lo tomé del cuello de su camisa, mientras sentía como muchas miradas se posaban en mí.

- ¿Que me dijiste?.- No me respondió. Me tenía miedo, genial.- ¿Sabes que? Prefiero ser una marginada pero normal a un hijo de puta con polla pequeña como tú, jodete.- Me di la vuelta, pero el gritó: Bonito trasero marginada. Sin siquiera pensarlo dos veces, levanté la pierna para atras, dandole un golpe fuerte en sus partes bajas. Escuché como se golpeó en los casilleros mientras gemía de dolor, audiblemente. Sonreí, mientras me alejaba.

El bullying no era mi fuerte, no me gustaba lastimar a gente; sin embargo yo hago cualquier cosa para que no me lastimen a mi. Eso era algo de sentido comun, si quieres ser herido, hiere.

Me costo un poco encontrar mi casillero, claro, nueva y ya con enemigos, nadie me queria ayudar. Golpeé uno de los casilleros, al azar, haciendo que sonara estruendosamente, y por suerte no habia nadie aqui.

-Hey- Una voz tan conocida como aquella no podria ser de nadie mas que de..- Rubia oxigenada, ten mas cuidado con mi casillero- David

-¿Acaso lo pagaste unicamente para ti?- Èl negó - Entonces es propiedad de la escuela.- Dije mientras daba media vuelta y empezaba a alejarme.

-Hey! - Gritó desde su lugar -¿Acaso no encuentras tu casillero? - Paré en seco, volteandome hacia el chico. Apuntó a dos casilleros a su derecha, indicandome que es el mío. Gruñí, ahora tendria que verme todo el tiempo con este desgraciado..¡Y ademas compartiamos bloques de casillero!