¿Quien dijiste que eras?

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Estaba dando vueltas en mi cama con un dolor de cabeza terrible, nunca debí dejar que Kyle me diera margarita y mucho menos ese Cosmopolitan, ahora mi cabeza reventaba del dolor, estiré mi brazo para tomar el control de la cortina y cerrarla, realmente no sé quien las dejo abierta, cuando se cerró me levante un poco tome un jarrón de agua y un vaso para tomar una pastilla, para luego volver a dormir como un bebé.

-Mmm Justin- dije entre sueños y giré para abrazar mi almohada, cuando sentí un caricia en la espalda- Justin eso se siente bien- Escuché una risilla y fue ahí que me percaté de ese olor a colonia de afeitar y perfume caro ¡ohh mi Dioss! Yo soñando con Justin Bieber y Ryan, mi novio, en mi habitación. 

-Soñando con tu Justin ¿eh?- dijo él bromeando - ¿y que se siente estar en los brazos de ese Dios griego como dices? - comentó ahora divertido, yo rodeé los ojos.

-Oh, vamos Ryan- dije muerta de la vergüenza- se sentiría mejor si fueras tú- dije yo y me sorprendí de decir eso, cubriendo automáticamente mi rostro con uno de los traveseros y girando para no verle la cara.

-Ohh, Tyra, la virgen pidiendo un chico en su cama. - Le lancé la almohada, que sea virgen no quiere decir que no sé qué es eso. Solo quería esperar, y punto, nunca sentí aquella presión por perderla sin gracia ninguna, y tampoco necesitaba dar explicaciones.

-Qué? ¿No puedo tener un sueño erótico?- dije y me tapé la boca, hable de más, y ya para esto él estaba riéndose a carcajadas, era tan hermoso cuando se reía así.

-Ya pequeña - dijo él en son de paz- mejor vístete ¿si? - me miró de arriba abajo y yo me sonrojé- lindo estampado- dijo él con la voz ronca que me estremecía siempre. Sí, tenia toda la certeza de que mi primera vez sería con él, lo amaba y estaba segura de que él era el indicado.-Te esperamos abajo - dijo el regalándome una sonrisa yo asentí- hoy sera una tarde de películas de terror- Comentó. Sin separarse mucho, ya en aquel clima caliente que nos envolvía, nos miramos fijamente y no lo resistí, lo atraje y besé con toda la pasión contenida que tenía, él me respondió de la misma manera.

-mmm, creo que esto se está convirtiendo en costumbre- dije jadeando despues de separarme de él que estaba igual que yo.

-Sí, pienso lo mismo, será mejor que salgas sino alguien subirá y ya saben cómo son- yo asenti y salió con esa elegancia propia de él, me puse algo sencillo estaba en mi casa así que opté por unos jeans de mezclilla, una polera holgada y sandalia bajitas, cuando baje me dirigí hacia la sala de cine de mi casa donde estaban todos los chicos, Jason y Kyle en unos cojines en el suelo , Mandy y Jazz en un sillón pequeño ella sentada en su regazo y bueno solo quedaba un sillón grande para Ryan y para mí, adema al lado habia una manta ya que hacía un frio de lo mil demonios .

-Por fin sales de ahí- dijo Mandy, hermana de Kyle, desesperada- pensé que tenía que ir a sacarte- yo rodé los ojos

-Ya estoy aquí asi que por que no ponen la bendita pelicula- dije hastiada  en realidad no me gustaban las películas de terror, me senté al lado de Ryan, quien me rodeo con su brazo, y me acurruqué es su pecho para ver Ia pelicula Orpham (la huérfana ) y ya pasada media hora estaba con la manta en mi cuerpo y temblaba de miedo, Ryan solo pasaba su brazo por mi hombro para darme valor.

-Peque pero si eso no es de verdad- se me susurró, yo está tapada completamente no queria verla el me quitó la manta de la cara para verme y me regalo una hermosa sonrisa.

-Es que las odio- dije temblando y se me escapo una lágrima, la cual el limpio.

-Si quieres podemos irnos de aquí — me ofreció y yo de inmediato me levante a decir que sí, la verdad tenía hambre asi que podia ir a buscar algo

-Vamos a la cocina tengo algo de hambre despues podemos ir a mi habitación- le dije

-SHHHHHHHHHH- gritaron los otros mientras nosotros salíamos del lugar

-¿Quieres algo de comer? - le pregunte a él buscando para hacer sándwich

-Si no es mucha molestia- dijo y nos dispusimos a preparar los sándwich luego de comerlos y hablar de diferentes cosas nos fuimos a mi habitación puse un poco de música clásica ya que se que no era a la única que le gustaba, nos acostamos en la cama el me abrazo, y yo me acomode sobre su pecho mientras él me acariciaba la espalda.

- Tyra — me llamó, despues de varios minuto yo levante la mirada para que supiera que tenía mi atención —  ¿Está bien que.. bueno... esta vez no pueda pasar por tí a la fiesta?- me dijo serio yo lance un bufido.

-No te preocupes- Sonreí, dandole un pequeño besito en los labios - ¿Que ocurre? - Me senté de la forma india nuevamente sobre la cama, mirando fijamente sus hermosos ojos.

- Mi... madre quiere que la ayude en algunas cosas.- Rodó los ojos, sonriente.

***

- ¡Wohaa!- Gritó un Jazz medio borracho, la fiesta si que se ponía buena, era... mejor de lo que pensé. - ¿Donde mierda quedó la comida?- Está vez se enfureció, entrando a la cocina. Yo solo reí ante sus espontaneas reacciones. Tan Jazz. 

Paseé por la sala, era muy amplia, más de lo que habría imaginado. Agarré una botella de coca cola, hoy no quería terminar ebria.  Tenía exámenes mañana, los finales del primer semestre. No los odiaba, más bien, eran los mejores para mí. Empecé a beber de ella pero alguien me empujo por las espaldas, haciendo que todo el contenido se derrame en mi vestido blanco. Volteé enfurecida, ¿Quien fue aquel hijo de... que me empujó?

No lo reconocía, mismo siendo una fiesta exclusiva de la escuela... era ¿Nadie? 

- ¡Ten cuidado!- Grité enfurecida -¿No sé como pero pagarás este vestido?- Levantó una ceja, riendo.

-Ya nenita.- Sonrió de medio lado.- Está bien, disculpa, me tropecé, fue sin querer. Pero no le avises a tus papis.- ¿Me llamó bebé?

- No se quien mierda eres tú para decirme asi ¿Uno que se cree macho por haberse cogido a todas en el instituto? No.- Agarré lo restante de la Coca y se la vertí sobre la cabeza, manchando asi su camisa amarilla. - ¿Mejor?

Apretó sus puños a los costados ¿Me haría daño? Ja, ya quiero ver. todos voltearon a vernos, geníal, un día más de escandalos sobre mí. 

- Dime que no lo hiciste.- Su voz estaba notablemente furiosa. -¿Te digo algo, perra? Esta vez te perdono, solo porque es tu primera vez.

-Ya qué.- Volteé suspirando, y con una sonrisa ganadora pegada en el rostro.

Guerra de BromasWhere stories live. Discover now