Capitulo 3

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Mientras nos acercábamos a la cafetería, mi teléfono empezó a vibrar.

Lo saqué de mi bolso, y miré el número.

-¿Hola?- Contesté.

-¿Se puede saber, en donde estás? Estoy muerta de preocupación. Mira, para que yo me preocupara. No importa, ¿donde estás, Mina?- Dijo finalmente Melani.

-Ah, estoy en camino...- Le respondí.

-Uff...- Pude escuchar su suspiro. -Menos mal... ¿Estás cerca? Espero que esa bici sea rápida, así que pedalea lo más rápido que puedas.- Sonrió.

-No te preocupes, no estoy yendo en bici.

-Ah, ¿no? Entonces, ¿en qué?- Me preguntó curiosa. 

-No lo vas a creer nunca. Ya estamos en la esquina. Mira la camioneta negra.

-¿Mina, con quien estás? Stev...- Empezó a decir ella.

-Oh, no...- Solté.

Jonathan estacionó enfrente de la cafetería. Reconocí a las dos personas, que estaban esperando sentadas en un banco: Steven y Melani con su teléfono. Ambos miraron hacia la camioneta.

Me di cuenta que Steven estaba con ella. Y yo estaba con un chico que apenas conocía, mientras Steven miraba fijamente a través del parabrisas. Su sonrisa se desvaneció por completo al darse cuenta de que yo estaba ahí. 

Stev se levantó. Melani lo siguió, pero para detenerlo. -Espera, no te vayas.- Escuché que ella dijo. 

-¿Los conoces?- Me preguntó Jonathan.

Asentí. -Sí, son mis amigos y compañeros de trabajo.- Respondí automáticamente.

-Ah, ya veo.

Me desabroché el cinturón de seguridad, con la idea de salir y frenar a Steven. 

-¿A donde vas?- Me preguntó. 

Me giré y le dije: -Con mis amigos.- Eso fue suficiente para abrir la puerta y salir de la camioneta. 

Él no me siguió. Es más, cuando toqué la vereda, él se fue rápidamente. Parecía un poco enojado por mi reacción. ¿Pero qué pensaba? ¿Qué iba a quedarme con él, en vez de estar con mis amigos que los conozco hace mucho? Que ridículo. Era obvia mi respuesta: Mis amigos. 

-Steven.- Grité. 

Él se giró al oír mi voz. -Mina...- En sus ojos noté que estaba enojado, pero ¿por qué? 

-¿Qué te sucede?- Le pregunté. 

-¿Ya se fue tu querido amigo?- Me dijo fríamente. 

-Él no es mi amigo, ni querido. Lo conocí por accidente y me salvó de que me atropellaran.- Le dije angustiada. 

-¿Qué? ¿Cuando?- Intervino Melani, asustada por lo que le acababa de contar. 

-Hoy, durante mis horas de descanso.

-Hay, Mina. ¿Y estás bien, no te pasó nada grave?- Preguntó muy preocupada, Mel.

-¿Estaría aquí si estuviera grave?- Le pregunté a Mel. 

-Tienes razón.- Me dijo sonriendo. -Pero igual, mira si te hubiera pasado algo, ¿qué sería de mí?- Me dijo lloriqueando. 

-Pero no me pasó nada malo...- En teoría, sí, tuve varias costillas rotas, un par de moretones, pero nada grave...

-Entonces, estás bien.- Afirmó Steven.

Me giré para mirarlo. -Nada grave.- Confirmé.

-Por lo menos, tu amigo hizo algo bien.- Dijo irónicamente.

La Magia de la Noche (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora