Capitulo 5 "Sano y Asustado"

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Bastian
Paré el auto en el estacionamiento de un motel, sentía adolorido mi brazo, y mi pierna. Busqué algo en mi auto para secar mi sangre fresca de mi frente pero no encontré nada. Me quité mi saco azul y con el limpié la sangre de mi frente y las raspaduras de mi cuerpo. Poco a poco, el color azul marino, se fue manchando de un rojo oscuro. Me quejaba porque ardía y dolía. Abrí la puerta y salí. Metí dentro de la cajuela el saco manchado y  corrí hacia la oficina del motel. Antes de entrar, contuve la respiración para hablar.

-Hola-me dijo una chica con el cabello rojizo castaño.

-Hola, me puede dar una habitación por favor-le dije.

Ella tecleó algo en su computadora y me pasó una libreta con un bolígrafo.

-Claro que sí, solo tienes que registrarte.

Tomé la pluma y escribí el nombre de Peter Lassner. Esa era mi nombre falso para los lugares como éste u otros a los que no quería dejar rastro para que me encontraran.

La chica me dio una llave con el número tres y me habló.

-Gracias y por favor recomiéndenos

-Sí, lo haré-dije a lo tonto.

Salí de la oficina y el motel, era un motel de paso, casi afueras de la ciudad. De solo un piso, tenía pinta del Bates Motel. Al final del pasillo entré a mi habitación y me quité la camiseta, seguido de mi corbata. Me quite los zapatos con los mismos pies y me quede solo en boxers. Unos boxers negros ajustados. Me metí al baño y en el espejo vi mi cuerpo. En la sien tenía una rajada, en mi bíceps derecho otra rajada abierta y en mis tobillos varios raspones. Abrí la ducha y me metí en ella. Mis heridas abiertas ardían al contacto con el agua. Quería gritar de dolor y llorar de rabia. Salí de la ducha y me sequé con cuidado con unas toallas que estaban en una repisa del baño. Al terminar me puse una bata blanca que estaba entre las toallas y me fui a la cama. Me senté y en eso alguien toco la puerta.

-¿Quién es?-pregunte quejoso.

Nadie contesto.

Me pare adolorido y me asome por el agujero de la puerta. Era la chica de la recepción. Rápidamente corrí a ocultar la ropa manchada con sangre bajo la cama

-Un momento por favor-dije.

Me aseguré que nada se viera sospechoso. Me peine mi cabello y abrí la puerta.

-Hola-le dije.

Ya no tenía puesto su uniforme, ahora portaba unos pantalones ajustados blancos, y una blusa estampada junto con unas pequeñas botas de tacón bajo.

-Hola Peter, digo, Señor Lassner-me sonrió algo tímida-. Mi turno acaba de terminar y cuando entró vi que cojeaba un poco...

-Sí bueno, he tenido un accidente-le expliqué-.Esas cosas pasan.

Le dije al cerrar la puerta y ella la detuvo antes de que lo hiciera. Me volví a verla.

-¿Está seguro? Solamente he querido ver si se encontraba bien-me dijo la chica que vistiendo así lucía más joven.

-Sí seguro, solo son unos rasguños

Me tocó la frente, con mucha confianza, lo cual me alarmó.

-Esto no parece solo un rasguño-dijo ella-. Si gusta dejarme entrar, con gusto le ayudaría a atender sus heridas.

-No gracias-le dije ya harto.

Ella me clavó la mirada desafiándome.

-Insisto-dijeron sus labios.

Los DiValtimore, Desmiente (Los DiValtimore #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora