Capitulo 4

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Narra Alysa

Aaron.

Asi se llamaba el chico que me habia estado molestando este maldito día. Sin embargo ese nombre se me hacia conocido—lo malo era que no podia recordar de donde—.Seguro que no sera nada importante, ahora lo que es realmente importante es si podre aguantar con el todo el curso.

—Bueno, despues de esta interrupcion por parte de...—Dijo el profesor, claramente me estaba pidiendo que me presentara ya que no lo pude hacer como se debia antes.

El me estaba mirando con sus ojos azules—que por un instante me hipnotizaron y me hicieron que me quedara mirando el mundo que escondian dentro esos preciosos ojos—. Hice un rapido movimiento con la cabeza para sacarme esas tontas ideas y volvi al mundo real.

—Alysa Salvatore.

—Le gusta que le llamen tabla de planchar —Solto Aaron riendose a mi costa.

Gire mi cabeza hacia Aaron y le mire con cara que expresaba todo el odio que llevaba por dentro. Si el mundo me diera la  oportunidad de darle una paliza sin que yo me muriera en ello lo aceptaría.

¿Por que tenia que meterse en las cosas de los demas?

¡¡Maldito idiota!!

En cuanto volvi a la realidad escuche pasos que se acercaban a nuestra mesa, deje de mirarle a Aaron para ver que era el profesor el que estaba a mi lado.

—Para empezar a ti no te he preguntado nada, segundo, no la llames algo que no es y tercero si la vuelves a llamar asi en mi presencia, hare que repitas el curso. —solto con un tono serio mientras le miraba con cara seria.

Wow...

Eso si que no me lo esperaba, puede Aaron se hubiera pasado pero eso habia sonado demasiado fuerte. Aunque pensandolo bien asi no me volvería a molestar. 

Aun asi me parecio extraño como me habia defendido, cualquier otro se habria reido de lo que el dijo  o simplemente lo ignoraria.

Pero el no lo hizo.

—Tsk...—Aaron no se atrevio a decir nada mas.

Aaron desvio la mirada frustado y sinceramente me alegro mucho de que lo hiciera la verdad.

Por eso le mire sonriendo al causante de aquello. A lo que el me respondio con otra sonrisa y antes de que se diera la vuelta me guiño el ojo.

Parpadee un par de veces ante la gran sorpresa que me habia causado eso. No habia sido normal viniendo de un profesor pero tenia que admitir que tampoco me disgusto del todo.Despues de que el volviera a su sitio continuo con las explicaciones y nos dijo todo lo que necesitabamos saber sobre el curso.

Aunque por desgracia ahi no termino todo.

— Para los que no lo sepan me llamo Nicolas y estare encantado de responderles a todas sus preguntas. Se que es el primer dia y todo eso, pero vais a hacer un examen ahora mismo. Tranquilos que no va para nota, solo es para saber en que nivel estais cada uno. Pero el que haga el examen horriblemente, recibira ayuda o clases particulares del compañero de al lado.

Clases particlares con...

¡¿Aaron?!

¡¡Por favor no!!

¿Que he hecho yo para merecerme esto?

Seguro que no llega ni a un dos...

Como todos los demas compañeros de clase solo puedo decir...

— ¡¿Que?! ¡no es justo!

[…]


El examen fue mas dificil de lo que esperaba pero creo que me dara para llegar a un cinco.

O eso esperaba.

Despues de que todos entregasemos los examenes, Nicolas nos dijo que podiamos irnos a casa ya que era el primer día y no habia nada mas que decir. Aunque despues del bajon por el examen fui la unica que se quedo en clase con Nicolas, todos los demas se fueron enseguida.

Ya era hora de que yo tambien me fuera así que me levante de mi sitio, en ese instante senti una mano en mi hombro que hizo que me sentara de nuevo.

Era Nicolas.

Levante mi cabeza para mirarle y me di cuenta de que de cerca era mas guapo que de lejos, y que la sonrisa que puso no hizo mas que empeorarlo.

— ¿Estas bien? No parece que tengas buena cara.

— Estoy bien, no se preocupe.

— ¿Es por el examen verdad? Te he estado mirado mientras lo hacias.

— El asunto es que no lo he hecho muy bien que se diga y no quiero que Aaron me de las clases.

— Por lo que veo, estais lejos de llevaros bien.

— Por eso mismo.

— ¿Quieres que te ayude yo?

¿Me libraria de Aaron?

Perderia mi oportunidad de matarlo pero sinceramente me daba igual, con tal de no estar con el aunque, se supone que todos tenemos un lado bueno.

Pero ahora mismo tenia una pregunta rondando por la cabeza.

¿Por que me lo dijo solo a mi?

¿De verdad parecía tan desesperada?

Por lo menos de momento no tenia por que aceptarlo, no sabia que nota habia sacado asi que eso me daba mas tiempo para pensar.

—Antes de aceptar me gustaria saber que nota he sacado, si no te importa claro.

— Claro que no me preocupa, tu tranquila.

— Gracias.

— No me lo agradezcas, soy tu profesor y es mi deber.

Solo le sonrei mientras me levantaba, claro que el era mi profesor y era el mejor que habia tenido hasta ahora y lo continuaria siendolo siempre.


Narra Aaron

Maldito profesor.

¿Quien se cree para hablarme asi?

¡No es nadie!

Sinceramente me da igual lo que me diga, yo hare lo que me de la gana y la seguire llamandola como me de la gana.

¡Voy a hacer lo que quiera!

Siempre lo he hecho y lo seguire haciendo.

Dejando eso de la lado para mi el examen que tuvimos que hacer fue muy facil. No se como pueden poner uno asi. Si los otros no sacan buena nota es que no sirven para nada y no podia entender de donde saco esa idea de ayudar a los demas.

¿A mi que me importa que los otros hagan mal?

Es su problema y no el mio.

Ahora mismo unico que necesitaba era desahogarme con alguien, si no mataria a Derek, mi compañero de piso y amigo de la infancia. Lo que podria hacer para distraerme era buscar a mi proxima victima, aunque de momento no habia visto ninguna que me hubiera gustado ni lo mas minimo.

Sin embargo, habia que tener en cuenta el echo de que no habia tenido mucho tiempo para fijarme en eso. Despues de salir del edificio me detuve y me quede mirando como las chicas se iban hasta que vi una que no habia visto antes. Era una rubia con buen cuerpo para estar aqui.

No iba a perder la oportunidad de acostarme con una como ella.

Asi que me acerque a esa chica con toda la confianza del mundo.

— ¿Estas sola? —Pregunte cuando estuve al lado de ella.

Al escucharme volteo a verme y pude ver que su cara no tenia ningun defecto, sino todo lo contrario. Use uno de mis mejores trucos para conquistar, mi sonrisa traviesa. A todas las chicas a las que le ponia se volvian locas por mi, aunque siendo yo no tiene nada de raro.

— Si, ¿quien eres? —Pregunto con la voz un poco temblorosa. Eso solo decia que estaba nerviosa y eso me hacia el trabajo mas facil—tampoco es que me fuera muy dificil—.

—Solo soy el chico de tus sueños.

Ya era mia.

¿Enemigos o algo mas? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora