Parte 7, Uh uh!

8 3 0
                                    


Weller corrió por las escaleras, en cuanto la energía volvió al edificio, una horda de terroristas había desbordado los pasillos siguiendo el sonido de los disparos.

Estuvieron a punto de cercarlo en el sky lobby, las balas se incrustaron en las paredes donde segundos antes él había pasado, la loca carrera se mantuvo por varios pisos, mientras más perseguidores se congregaban tras su pista.

"Hay una sala refugio en la siguiente planta, bajando a la derecha, don Peter"

Weller se lanzó prácticamente a la salida de las escaleras.

Las ráfagas llegaban de varios puntos, tanto desde los que bajaban como desde los que subían las escaleras, más llegaban por los ascensores que habían vuelto a la vida.

Con las balas mordiendo el piso y destrozando mamparas de cristal, don Peter corrió hacia la primera puerta estanco que vio.

"Atraviésela sin parar, rápido"

Mientras las hojas se juntaban, logró pasar casi rozando los bordes.

Las puertas se cerraron dejando a los perseguidores frustrados.

Weller sentía el esfuerzo físico de la huida, no estaba en condiciones, maldijo no haber invertido en implantes o regeneraciones que le otorgaran un mejor desempeño físico, después de todo solo era un ejecutivo, supuestamente no las necesitaba.

Hasta que se cruzó con los Carmona.

-Damn, estoy lleno de vidros.

"Podría ser peor, al menos tiene zapatos"

Weller trató de imaginar cómo sería andar corriendo por ahí en un edificio vacío, perseguido por terroristas que le disparaban, y a pies pelados.

Era inverosímil.

-Ok, ¿plan F?

"Plan F, pero ojo, es el último, descanse unos minutos"

-Que tranquilizador.

Trató de recuperar el aliento, solo lográndolo en parte, aunque estaba razonablemente más calmado de lo que habría imaginado, eso era bastante parecido al pánico.

"Uh, uh"

-Dont say uh uh again, por favor, don't say uh uh.

"Me temo que tiene más compañía, muchos más, con herramientas, le sugiero que corra como si su vida dependiera de ello, de hecho depende de eso"

Weller corrió, le hubiera gustado decir que como nunca antes lo había hecho, pero lamentablemente desde que conocía a los Carmona, había corrido así demasiadas veces.

-Never more, nunca más correr por túneles, me lo prometieron, pero claro, always se cagan al gringo.

"¡No refunfuñe tanto y corra más rápido, viejo weón!"

La primera puerta acabó por ceder, pudo sentir los gritos detrás, el eco en los pasillos abandonados multiplicaba las voces en miles de ululantes sonidos aterradores.

"La oficina al final del pasillo, corra hasta ella, yo cerraré la puerta"

Don Peter corrió con el dolor ya atenazándole el costado, traspasó el umbral de la oficina, una grande, con un escritorio ruinoso y paredes alguna vez de madera noble, que exhibían suficientes trozos faltantes como para mostrar más que nada el desnudo concreto.

"Detrás del escritorio, la ventana se abre, es una especial de escape, afuera hay un cable"

Weller abrió el pesado ventanal sin poco esfuerzo, como en toda la fachada del edificio, eran dos gruesas láminas de cristal especial, creados para aislar el interior de las inclemencias del desierto.

Las pesadas puertas de acero de la oficina, sin duda creadas para proteger a su pudiente dueño original, comenzaron a temblar ante los golpes que resonaban fuera.

"La anilla bajo su traje, engánchela en el cable en la ventana".

-Lucho, ¿do you know what you are doing?

"Para eso me pagan"

-Espero que le paguen bien.

"Ni tanto, es un trabajo de reemplazo, prácticamente me pagan con dulces".

Dulces, Weller nunca podría comprender el humor Carmona.

Enganchó el cable en la anilla que sobresalía del buzo de vuelo bajo su traje.

-¡Listo!

"Salte por la ventana".

-¿Are you insane?

"Haga lo que le digo".

-¡No saltaré por una fucking window!

"Hágalo o está frito, y luego, o quedará como alfiletero, hay treinta nazis muy enojados tras esa puerta".

Los golpes comenzaron a menguar, lo que lejos de tranquilizarlo lo pusieron más nervioso, los apagados gritos dejaron paso a un chicharreo nada tranquilizador.

Estaban derritiendo la puerta con un soplete de plasma.

-Hasta el pico, always hasta el pico, ya debería estar acostumbrado.

Se subió sobre el alfeizar de la ventana, estaba a casi cuatrocientos metros de altura sobre la ciudad, aunque esta estaba en semi penumbras podía distinguir lo suficiente para ver el suelo ciento veinte más abajo, no solo no sobreviviría una caída así, no quedaría nada para identificar.

Peter Weller desaparecería de la faz de la tierra.

No pudo dejar de pensar que eso sería muy conveniente para los Carmona.

Un estallido de estática lo sacó de sus dudas, la conexión con Lucho parecía estar fallando.

"Carajo, no ahora, por la chucha..."

Gritos lejanos inteligibles, fuera lo que fuera, Lucho parecía estar en verdaderos problemas.

"Don Peter... tengo mis propios atados... volveré, salte antes que sea tarde"

La estática se tomó su mente por unas fracciones de segundo, luego solo un enervante silencio.

Se había acostumbrado a la presencia del operador, a esa voz mecanizada, ahora estaba solo, completamente solo, muerto de miedo, colgando de una cornisa en un rascacielos ruinoso, perseguido por terroristas que lo querían despedazar.

Solo otro día en el trabajo, diría Pedro Carmona.

-¡A la mierda!

La puerta casi se ponía al rojo vivo, Weller se ajustó las correas y se lanzó al vacío, tirando de la anilla.


Mister Carmona goes to DubaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora