Cuatro.

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11 de Noviembre, 2001.

"Hey, April...

¿Cómo has estado? Que pregunta más idiota.

Ignora eso.

Ya dos meses, quien lo diría, eh estado recibiendo terapia gracias a mis padres, las cosas han cambiado demasiado, en especial para mí, eh conocido a algunas chicas (no me mal interpretes) pero ninguna tiene ese brillo en los ojos como tu solías tenerlo.

Sé que te fuiste de este mundo con un hijo dentro, el cual era mío, siempre los tengo a ustedes dos presente en mi mente, quería contarte que hace tres noches atrás soñé contigo, demonios., Te veías hermosa en ese vestido blanco.

Dos meses ya...

Te extraño demasiado, No puedo dejar de pensarte.

Mmm, te amo, nena".


20 de Diciembre, 2001.


"Hey, aquí yo... De nuevo.

¡Feliz cumpleaños mi amor!

No quiero empeorar tu cumpleaños, pero todo va de mal en peor, ya ni siquiera eh comido, mis padres están peleados, y no es de dudar que se están por separar,

Es horrible.

Hace una semana me llevaron al médico y me han dicho que necesito vitaminas, y también debo comer más, estoy perdiendo peso demasiado rápido, nena.

Te eh extrañado bastante, en la caja encontré la prueba de embarazo junto a tu carta, dios mío, no puedo dejar de pensar en ustedes dos, me hubiera gustado que no subas a ese avión, ahora estarías aquí conmigo... Ya casados seguramente, felizmente esperando a nuestro bebé.

Ugh, te escribiré luego cariño, a mi Doctor no le gusta mucho la idea de que te siga escribiendo".


11 de Febrero, 2002.


"Hey, nena.

Ya cuatro meses.

Esta probablemente será la última carta, me han prohibido escribirte, dicen que debo superarte, si no, no progresare nunca, pero... ¿Como? Si cada noche cuando pongo la cabeza en la almohada recuerdo tu llanto, la última llamada, el último suspiro...

No puedo.

Y espero encontrarte algún día, April.

Sé que me estas esperando con mi hijo, y pronto los acompañare, eso lo decide el destino.

No importa las cartas, cuando salga de rehabilitación iré a ver tu lapida, y a dejarte las flores que más te gustan, no importan los demás...

Te amo, los amo a los dos".


...

14 de Julio, 2002.

Ayer, 13 de Julio a las 02:15 Michael estaba recostado sobre la cama, tratando de encontrar el sueño de nuevo, pero le era imposible, trataba de dejar de pensar en la chica, pero era inútil.

Llamaba al número de April, el era feliz con tan solo escuchar "Hey, no me encuentro en este momento, ya sabes que hacer", con tan solo escuchar la voz de April en el buzón de voz, era lo mejor que le podía pasar.

Aun lloraba, no podía hacer nada más.

Conocía a gente nueva, a mujeres nuevas, pero ninguna le hacía cambiar de parecer.

Escuchaba canciones, y lo peor era que encendía su computador, para solamente buscar vídeos que conservaba guardados de April jugando bajo la lluvia, cuando termino la Universidad, la primera vez que se enojo con él, los vídeos eran infinitos, eso le estaba haciendo mal a Michael, pero ni siquiera le importaba.

Lloraba en frente del computador, escuchando la angelical voz de su amaba y futura esposa.

Sobrevivía gracias a los doctores, que lo obligaban a comer un bocado de comida a cada minuto junto a pastillas que le ayudarían a no conservar alguna enfermedad, había perdido el trabajo, era algo obvio... No quiso seguir buscando uno más, el vestido quedo guardado en una caja, en espera en San Francisco, sabiendo que nunca lo buscarían, el alcohol lo mantenía bien, su apariencia daba asco, ni siquiera se afeitaba, y cuando lo hacía era únicamente para ir a ver la tumba de April, en la cual quedaba horas llorando y contándole anécdotas acerca de cómo estaba pasando esta nueva vida.

Michael quería estar junto a ella,


...

Sus ojos llenos de llanto, y de pastillas se lleno.


 18 de Julio, 2002.  

El caso de Michael empeoro, su debilucho y pálido cuerpo tomó una sobredosis de pastillas que lo sostuvo en un hilo de vida, pero con el excelente trabajo de los Doctores pudo seguir adelante.

Su protección llego a la máxima, ahora lo trasladaron a un hospital donde le darán una gran atención, le prohibirán entrar al cementerio por un largo tiempo, hasta que lo supere lo suficiente para entrar ahí, así que ahora está a gran cuidado, recibiendo ayuda.

Pero la imagen de los cuerpos tirarse de los edificios, o la voz de April, nadie se la sacaría de la cabeza, ni del pensamiento.

9/11 ✈ Michael Clifford. Where stories live. Discover now