Mientras la cabeza, mi corazón latía mas fuerte. Me cruzaba los dedos de una mano ya que la otra la usaba para morderme las uñas. Afortunadamente faltaba poco para que terminara este tormento. Por fin vi que ya les bajaban y les quitaban todos los ganchos de seguridad. Fui corriendo a los brazos de mi chico.
-Hey! Que estoy bien. Sabes, desde arriba grité tu nombre, lo oíste?
-No lo siento. La cabeza me daba vueltas y no podía concentrarme.
-Y eso? Estas bien? Si eso vamos a la ambulancia para que te miren.
-No gracias estoy bien.
-Venga ahora vamos a alguna en la que podamos montar juntos. Probamos en el ratón bacilón?
-Vale no parece muy movida pero agarrame fuerte.
-Claro cariño. Te hice la promesa de protegerte siempre y siempre lo are.
Pagamos el dinero correspondiente en la taquilla y no tardamos mucho en poder montarnos. Esta atracción a diferencia de la anterior iba rápida ya que los vagones venían constantemente después de terminar su recorrido.
