Veintiuno.

44K 5K 449
                                    

#MaeDay

Capítulo veintiuno: Lo que digas, cariño.

—¿Perdón?
—Lo siento, me emocioné —hablé riendo bajito y ella sonrió.
—Como decía —empezó a hablar luego de negar suavemente con la cabeza—, sé que ustedes han trabajado mucho para conseguir estos puestos, y creo que es hora de ponerlos a prueba.

¿A prueba?

—¿A prueba? —preguntó Joseph.
—A prueba —asintió ella—. Ambos entrarán como ayudantes de cocinero y alguno de los dos, más adelante, será ascendido a cocinero.
—¿Y el otro?
—Será asistente de cocina hasta que otro de nuestros cocineros se vaya, o que sea trasladado a otro restaurant.

Joseph y yo nos miramos, sabía lo que él estaba pensando.

—Yo, por mi parte, acepto —hablé.
—Igualmente.
—Bien, entonces en una semana podrán tomar el cargo. Aún tengo que hacer algunos papeles.

Ambos asentimos, y salimos de la oficina siendo observados por el chef que alzaba ambos dedos en forma de aprobación.

—¿Puedo hablar contigo un segundo?
—Ya estamos hablando, y ya se acabó el segundo —Joseph sonrió y negó con la cabeza.
—Te lo diré cuando terminemos de trabajar.

Y estuvo dos horas sin hablarme. Cuando por fin estaba saliendo del trabajo, él se acercó a mí, y salimos juntos.

—Joseph, tu casa está del otro lado.
—Lo sé —asintió caminando conmigo.
—Y hace mucho frío.
—¿Quieres mi chaqueta? —yo reí y negué con la cabeza— me refiero a que hace frío y debes ir a tu casa.
—No, voy a acompañarte hoy.
—¿No voy a hacerte cambiar de opinión?
—No.
—Andando.

El sonrió y volvimos a caminar.

—Adiós, chicos —se despidió un cocinero mientras salía del restaurant, nosotros nos despedimos con la mano y se fue.
—Es un buen tipo.
—Eh, sí. Joseph.
—¿Sí?
—¿Qué me vas a decir?
—Ah, sí. Antes que nada, quiero agradecerte.
—¿Y ahora qué hice?
—Porque gracias a ti nos están dando ese puesto.
—¿Qué?
—Mae, te hubieran dado el puesto sólo a ti si la primera vez no me hubieras cedido el puesto de capitán.
—Eso no es cierto, Joe. Vamos a ser sinceros, sí te cedí el puesto, pero la señora Collins estaba indecisa entre dármelo a mí o a ti.
—¿Y? Te lo iba a dar a ti.
—Pero cuando hay otra opción, significa que dudas y quieres a ambos. Entonces hay que elegir a la segunda persona.
—Eso parece un triángulo amoroso —dijo, yo lo miré y solté una carcajada.
—Ponte serio. El punto es que lo único que hice fue darle un empujoncito, tú eres muy hábil y te vales por todo lo que haces, no te menosprecies, Joseph.
—Promete una cosa, Mae.
—¿Y qué cosa es esa?
—Promete que si te dan el puesto, lo vas a aceptar. No quiero que me cedas nada.
—Lo prometo —alargué rodando los ojos.
—Bien —asintió y volvimos a caminar. El frío ya había llegado a Counterville y se notaba en el rojo de su nariz.
—Pareces Rudolph.
—Y tú un elfo —le pegué en el brazo y se rio.
—Tonto.
—Te está llamando —dijo mientras yo asentía y buscaba mi teléfono.
—¡Hola! —saludó Tommy acercándose.

Ay, por favor.

—Eh, hola, Tommy. Un segundo —saqué por fin el teléfono y oí un chillido del otro lado— ¿Mia?
—¡¡Hola!! —gritó mientras yo alejaba el teléfono y Joe pegaba un pequeño brinco a mi lado.
—¿Qué pasa?
—Nada, sólo quería llamarte porque es un día muy feliz y quiero que sepas que eres la mejor amiga y me alegra mucho haberte conocido.
—Eh, sí... Yo también, Mia. Pero, ¿segura que estás bien?
—¡Lo super estoy!
—Entonces está bien. Debo dejarte ahora, en cuanto llegue a casa hablamos por skype, ¿te parece?
—Sí. Te quiero.
—Y yo a ti —colgué. Miré a Joseph confundida y sonrió— está feliz.
—Lo sé, la oí feliz.
—Hola —saludó Tommy de nuevo.
—Perdón, hola —sonreí y lo abracé— ¿todo bien?
—Sí, todo bien. Iba de camino al centro comercial porque voy a comprarle un regalo a mi madre.
—¿Es su cumpleaños?
—Mae... Navidad es el próximo mes.
—Oh, cierto. ¿Y tu compras regalos un mes antes?
—Prefiero hacerlo ahora que tengo dinero y no despues cuando lo gasté todo en videojuegos.
—Qué listo —asentí— bien, ve a comprar el regalo entonces.
—De hecho... ¿No quieres venir conmigo? Así me ayudas a elegir un regalo.
—No puedo, debo ir a... —señalé el camino hacia mi casa y Joseph interrumpió.
—Ve, Mae. Si es por mí, yo...
—No —negué mirándolo— no es eso. Sólo que no tengo ganas de ir. He estado todo el día trabajando y quiero llegar a mi casa.
—Bueno, está bien. Te veo en la universidad —Se despidió Tommy y volví a caminar.
—Eh, ¿vienes o qué? —pregunté a Joe, quien automáticamente empezó a caminar.
—Lo siento, pensé que no ibas con él porque yo estaba aquí.
—¿Por qué tan egocéntrico? —reí mirándolo y él sólo sonrió— ¿Cómo están Archie y Jetlag?
—Inquietos. Comen, rompen cosas y duermen.
—Algún día Pedrito y yo los iremos a visitar.
—Tres enanos escandalosos juntos. Bueno, contigo cuatro.
—Te golpearé en serio —lo señalé y él rio empujando mi cabeza con toda la mano. Yo abrí la boca sorprendida y lo empujé más fuerte.
—Sí que tienes fuerza —habló sorprendido— ¿Y nuestra salida previamente coordinada?
—Querrás decir cita.
—No.
—La próxima semana. Yo elijo el lugar —Nos detuvimos frente a mi casa y escondió sus manos en los bolsillos de la chaqueta.
—No me queda opción.
—Bueno, eres tú quien pide con desesperación una cita, ¿sabes?, así que debo buscarte un lugar en mi agenda.
—Buenas noches, Mae.
—Te veo mañana, capi —presioné su mano y me dirigí a la puerta.
—¡No será una cita!
—Lo que digas —solté cerrando la puerta.
—Así que... De nuevo él.
—Max, en serio. ¿No tienes tu propia casa? —pregunté mientras dejaba la maleta sobre el sofá.
—Pero aquí tengo a mi segunda familia.
—Sí, bueno. Pues tu primera familia ya no te ve, deberías ir a socializar con ellos.
—Eres una cruel futura esposa.
—Lo que digas, cariño.
—¿Cariño? ¿Así es como nos llamaremos desde ahora? Me gusta este apodo de pareja.
—Max, en serio. Cállate. ¡Derek! —llamé y mi hermano bajó las escaleras.
—¿Qué hace aquí?
—Es su segundo hogar.

Yo lo miré por unos segundos y negué con la cabeza mientras subía a mi habitación. No había remedio con ese par.

—Hermana... —habló Derek entrando— ¿Puedo pasar? Quiero hablar contigo.
—Ya entraste —reí sentándome y golpeé el colchón para que se siente también.
—Necesito que me ayudes.
—Que te ayude... ¿En qué?
—Bueno, ¿recuerdas el viaje de egresados? Mis compañeros se fueron a Italia.
—Sí, hasta ahora no entiendo por qué no fuiste.
—No me sentía cómodo con ellos.
—Pero Max estaba ahí.
—No importa, el punto es que yo sí estuve ahorrando para ir a Italia.
—¿Y cómo?
—Del dinero que me daba papá por participar en las obras.
—¿A ti te pagaba? —grité asombrada.
—Eh... Sí.
—Ah, veo que hay preferencias.
—Mae...
—Bueno, debo admitir que tú estás más metido en la actuación que yo. Lo mereces, creo.
—El caso es que necesito que me ayudes a que papá me dé permiso para viajar con Max a Italia por una semana.
—¡¿Qué?!
—Por favor, Mae...
—Pero... Ay, Derek. Papá no va a querer. ¿Sabes lo que me costó hacer que deje que su hijito saque una licencia de conducir?
—Mae... Ayudame.
—¿Y cuándo viajarías?
—Como a inicios de diciembre.
—Voy a intentarlo, pero no prometo nada.
—Te amo —Se lanzó sobre mí para abrazarme y reí empujándolo para que se levante.
—Vete y dile a Max que se vaya a su casa antes de que nos denuncien por secuestro.

Bufé lanzándome hacia atrás en mi cama y alcé las manos.

—Ay, mamá. Perdón por haber sido tan insoportable cuando quería algo —reí y saqué mi computadora para llamar a Mia.

Unas semanas después, volví a parecer un zombi.
Mia estaba trabajando, Derek y Max planeaban su viaje a Italia del que aún no estaban seguros si irían y yo... Yo estaba en mi habitación porque no me había dado la gana de levantarme.

—¿Tampoco irás a trabajar?
—Hoy no trabajo, Derek.
—¿Y hablaste con papá?
—Aún no. Y no es tu papá, Max.
—¿Segura que no vas a levantarte?
—Tal vez lo haga en un r...

Al piso. Uno de los dos me había empujado y se habían recostado en mi cama para que no vuelva.

—¡Déjenme ser una morsa! —chillé rodando por el piso.
—¡No vas a volver a echarte! ¡Estuviste aquí todo el fin de semana!
—Bien —golpeé el piso y me levanté corriendo hacia la ducha.

Me iba a perder por ahí e iba a regresar cuando se me diera la gana.

------

HO HO HO.

FELIZ NABBYDAD.


He vuelto.

Lamento la tardanza, pero ha sido nabbydad y ustedes saben, hay que socializar con la familia. Siempre es genial oír anécdotas (que luego me sirven) y sus escandalosas risas.

WHATEVS.

Hasta febrero estaré un poco más por aquí, creo. Me voy a dedicar a editar TC y escribir Eterneco, porque aunque no tendré vacaciones, solo debo llevar unos cursos obligatorios por el ministerio de educación, gracias :)))))).

El punto es que tendré más tiempo, jeje.

So... Yup. Para los que me están preguntando por el concurso, lo voy a hacer de todas maneras. De hecho, esta semana subo las bases, así que atentos a la cuenta @TheNabbys porque ahí estarán.

Espero que les haya gustado el cap.

En multimedia les dejo el dibujo #DisneyGrelch que ganó, pero no tengo el user de quien ganó, así que cuando veas esto, me escribes por twitter tu usuario de Wattpad para dedicarte este cap aksjjsjs.

Espero que hayan tenido una bonita nabbydad y que Dios los bendiga siempre.

Bendiciones, love ya all.

Baaaaaai✌

EternecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora