El ritual del guardian

1.4K 85 6
                                    

-¿Paso algo? Pensé que te ibas a quedar con los chicos. –dijo mi padre cuando me vio entrar en la casa. Estaba sentado en el living con Xian, desayunando tranquilo mientras miraba la tele.

-No paso nada, solo quería pasar un tiempo contigo. Quiero decir, después de todo, prácticamente no hemos tenido un momento solo para nosotros. ¿Tienes algo que hacer ahora?

-No nena, siempre tengo tiempo para ti. Hoy es mi día libre y como tu saliste pensaba pasarlo con Xian, pero…

-Bueno no te preocupes, puedo hacer otra cosa… -respondí afligida. Me molestaba la idea de posponer lo que tenía pensado por causa de ella. Luego de lo que dijo, no podía mirarla de la misma manera.

-No por favor, seguro que podemos hacer algo los tres…

-Cariño. –lo interrumpió Xian. –Tengo que atender unos asuntos de último momento. Algo que ha surgido… de improviso. –terminó la frase dirigiéndome una extraña mirada. –Así que quédate con tu hija, estoy segura que tienen muchas cosas de que hablar.

Le dio un obsceno beso en la boca y se levantó dispuesta a irse.

-Espero que tus asuntos se resuelvan como esperas, Xian. No querrás lidiar con complicaciones. –Por qué le decía eso, no lo sé. Sentí un impulso y lo seguí y de alguna manera funciono, pues su expresión delató lo que yo temía. Ella lo sabía y pretendía hacer algo al respecto.

-Claro India, estoy más que preparada para lidiar con cualquier molestia.

Una vez que se retiró, me propuse olvidarme de toda esta vorágine que acontecía y me senté junto a mi padre. Lo abrace en silencio y lo sostuve junto a mi como si realmente no lo volviese a ver. Sin proponérmelo, las lágrimas comenzaron a brotar, empapando su ropa.

-Amor, ¿Qué sucede? –pregunto asustado. -¿Algo anda mal?

-No papi, no te preocupes. Solo soy yo, con mis emociones a flor de piel. No me di cuenta de lo mucho que me hiciste falta y no puedo ni imaginar como debió de haber sido para ti. Y fui bastante egoísta al no pasar el tiempo necesario contigo. Perdón Papi, quiero que sepas que te amo más que a nada en este mundo.

-India. –me dijo, levantando mi rostro delicadamente.  –Quiero que sepas que no has sido egoísta. Estas viviendo una situación sumamente difícil. Es más, no creo que nadie, jamás, haya tenido que vivir algo así como lo que tu estas pasando. Y aun así, estas de pie, enfrentando la situación. Estoy más que orgulloso de ti, feliz de haberte recuperado. Sé que estoy un poco paranoico, pero es el miedo a perderte otra vez. Te juro nena, una vez mas no podría soportarlo.

-No me perderás papa. –le dije desviando la mirada, pues no sabía la veracidad de mis palabras.

-Lo se mi amor, lo sé. Pero entiende esto, eres única. Creo que ya te lo dije, pero no está demás reiterarlo. Te vi entrar en una transición, incluso antes de saber la verdad. Has pasado de ser una adolescente promedio a una mujer que pelea por la gente que ama, por sus convicciones, por mantener todo lo bueno del lugar donde vives. Eres mi pequeña luchadora, te has convertido en mi ejemplo. Eres mi heroína. Tu madre estaría más que orgullosa de ti.

Era hermoso escuchar esas palabras, más aun con lo que estaba por suceder. Mi padre había sido mi faro en el camino luego de que mi madre muriera, y quizás no compartía tanto con el como antes, que pasábamos todo el tiempo posible juntos, pero seguía siendo un cable a tierra, incluso en toda esta locura en la que se había convertido mi vida.

-Papa, te amo. Siempre lo hare pase lo que pase. Y hare lo imposible para que seas feliz. –quería que lo supiera aun cuando no comprendiera la real connotación de mis palabras.

Cronicas Elementales: El altar del druida (PARTE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora