1, 2, 3, 4, I love you *Dauren Cimorelli*

Año 1: Radio

*Narra Dani*

Era viernes, lo que significaba que nos dejaban salir a dar una vuelta.

-¡Chicas!- gritó Chance, es cual venía corriendo.

-¡Chance!- gritamos todas.

-¡Caleb!- gritó Caleb, haciéndonos reír- ¿no?, ay- fingió que una lágrima caía y luego comenzó a reír como foca con retraso, a lo que yo me uní a su risa.

-Bueno, el punto es que veníamos a ver si quieren ir a dar una vuelta- dijo Tyler. Todas asentimos.

-Pero, ¿quién conduce?- pregunté y todos, menos Caleb y yo, señalaron a Chance. Decidí no preguntar más y subimos al auto de Chance.

-Prende la radio- dijo Rach, a lo que Chance le hizo caso. En ese momento terminó American Idiot.

-Fuck, es mi canción favorita- dijo Chance. Comenzó una canción que yo conocía muy bien... Million Bucks.

Caleb, al ver que mi cara se descompuso, le cambió a la radio.

-¡Hey! ¿Por qué...?- Caleb le hizo una seña con la cabeza para que viera mi cara, así que Ty se calló.

*Narra Lauren*

Estábamos yendo al súper, ya que no habíamos comprado comida y yo moría.

-Lise, ¿me compras Nutella?- le pregunté a mi hermana.

-Bueno- comencé a brincar y en eso, Christina encendió la radio, donde sonaba Million Bucks. Todas comenzamos a gritar, pero luego de unos instantes me callé, recordando que esa fue la última canción que Dani había grabado con nosotras. Inconscientemente, una lágrima resbaló por mi mejilla, pero la limpié rápidamente con mi jersey.

***

Corrí hacia mi habitación  me encerré. Por cierto, ¿mencioné que mamá me puso con Kath y Amy? Es que con ellas me llevo más que con Christina y Lisa.

Y digo, aguantaba a Lisa sólo porque Dani dormía ahí también.

-Lolo, no llores, te ves muy fea llorando- dijo Amy, por lo que comencé a reír.

-La extraño, Ames- le dije.

-Yo también, pero ¡vamos!, tenemos que superarlo, además, hay una probabilidad de que venga en Navidad- dijo ella.

-Pero yo me voy a ir a Carolina Del Norte, ¿lo recuerdas?- su boca se formó en una "O" y asintió.

-Por cierto, ¿a qué vas?- preguntó.

-Con la tía Margaret, mamá dijo que me haría bien ir ahí- respondí y tomé un libro, mi favorito: Destroza este diario.

Lo abrí en la página de quemar la hoja, ya que aún no la hacía.