Capitulo 9: Por mi

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En la foto Austin Hamilton antes del accidente.


Los días pasaron en la casa de los Hamilton sin nada nuevo, Austin no salió de su habitación ni intentó buscarme, yo tampoco lo hice, y era que quería que por sí mismo cayera en cuenta de que estar encerrado en su habitación no iba a solucionar ni cambiar su situación, al contrario.

Por otro lado pude ver como el trabajo de Alice era agotador, salía muy temprano y volvía muy tarde, lo que claramente enfadaba a Nikki y Theo por su parte no la dejaba en paz cuando volvía del trabajo, abrazándola a cada momento que tuviera la oportunidad.

Y hablando de la castaña, su humor no cambió, cada vez la encontraba más irritante, más soberbia, mas orgullosa, y más infantil e inmadura.

Charles Hamilton evidenció claramente lo poco que estaba en casa, cada día que me pasó a buscar después del trabajo, me dejaba en casa, y en vez de bajarme tenía otros asuntos de los cuales encargarse, algo extraño, pero no lo pensaba demasiado.

Y era que ser el dueño de una de las empresas más importantes del país debía usar mucho de su tiempo.

Hablé con los chicos por mensajes, GusGus me llamó un día borracho en la Chimba gritándome que iba a seducir a una de su clase, pero al parecer todo terminó en él vomitando fuera del local, Tony dándole una reprimenda, y Vince llevándolo a su casa claramente molesto.

Así que nada nuevo.

Ya era viernes, y estaba almorzando en el restorán al lado de la tienda, donde cada día me pedía algo distinto, y era que interesaba bastante el tema gastronómico.

― ¿Y lo hacen en el horno o al sartén? - le pregunté a Shane, uno de los cinco chef del local que era unos diez años mayor que yo, provenía de Irlanda y había estudiado Gastronomía en una Universidad europea.

― En el sartén con aceite de oliva, un par de condimentos, aliños, y zanahorias con cebolla frita. - me señaló en el plato, a lo que yo asentí memorizando en mi mente. - Es fácil de hacer, puedo enseñártelo en la cocina uno de estos días cuando alguien lo pida.

― Seria genial. - respondí agradecido.

Desde que había comenzado a almorzar aquí por el trabajo me había quedado pasmado por los buenos platos que preparaban, y al ver día a día a Shane tomarse un descanso de la cocina al mismo tiempo que yo almorzaba, un día para mi sorpresa se acercó a mí para preguntarme como era trabajar en la tienda de chocolates - al ver mi uniforme. - Y aproveché la oportunidad para hacerle un par de preguntas sobre los platos, las cuales el respondió encantado.

― ¿Por qué tanto el interés? ¿Te gusta cocinar? - me preguntó luego de que me explicara algunas dudas que tenía sobre los ingredientes.

Asentí, sin ir más a fondo.

― ¿Has cocinado en algún local?

― Cuando tenía quince cocine en un local de comida del Desagüe, y también ese mismo año me dedique a cocinar todos los sábados y domingos por la noche en un albergue que quedaba a unas cuadras de donde vivía.

― ¿Y luego?

No quería hablar sobre como mi vida se había ido a la mierda después de ese año, así que decidí encogerme de hombros.

― Tenía otras preocupaciones en la cabeza, lo dejé de lado.

Shane se llevó una mano a su cabeza calva, recién afeitada por una apuesta de futbol la cual había perdido.

Mi Injusticia Soy YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora