» UNO

2.6K 186 55
                                    

La tarde va llegando a su fin, al igual que mi turno en mi trabajo. Una cafetería a tres cuadras de mi casa, me coloco mis audífonos y la música empieza, marco el ritmo ligeramente, dando uno que otro paso de baile discreto cada vez que puedo.

Visualizo a un par de chicos correr en mi dirección, por lo que me hago a un lado para dejarles el pase libre y no chocar con ellos. Pero así como evito a uno, logro toparme con otro. Vaya.

— ¡Fíjense por donde van! —Le grito uno y éste apenas y me regresa a ver. Continuó corriendo sin más.

Niego con la cabeza y sigo en lo mío, pero nuevamente alguien vuelve a chocar conmigo. Esta vez una señora, ella me mira algo alterada, se disculpa e inmediatamente empieza a correr otra vez.

«¿Qué es lo que les sucede a todos hoy?» Pienso y enseguida levanto la mirada al frente, una masa de gente corre en mi dirección.

Apago la música, cuando ésta cesa, gritos de gente toman su lugar, me saco los audífonos y los guardo en mi bolsillo del pantalón, intento detener a unas cuantas personas para poder conseguir algo que pueda darme una respuesta lógica al barullo, pero ninguno me dice nada.

— Hey tú, chico — le hablo a un muchacho de cabello castaño que ha caído en el suelo.

Él intenta ponerse de pie pero la gente que corre se lo impide, por lo que cada vez que éste lograba levantarse, al instante volvía a caer. El número de personas incrementa y me veo obligada a correr hacia el tipo y sacarle del apuro.

— ¡Cuidado! — Grito, pero mi voz sale algo débil, tomo al chico, rodeándole con mis brazos y él se queja, sin importarme en lo más mínimo de lo que piense, me aferro a él — ¡Quédate quieto! — Ordeno. El chico se cubre la cabeza con sus manos y cierra los ojos con fuerza.

La gente nos golpea a ambos, cierro los ojos de igual manera y pienso en un campo de energía cubriendonos a ambos. Un círculo invisible nos rodea, la gente choca con él, impidiendo que nos aplasten. El joven al no sentir los golpes en su cuerpo, levanta la vista. Me separo de él pero mantengo el campo cubriéndonos, visualizo a la gente golpearse con éste, dedicándonos miradas extrañas a ambos pero aun así no se detienen por completo.

— ¡Eres como él! — Chilla el castaño — Eres una de ellos ¡Apártate! — sus manos me empujan haciéndome perder la concentración y por ende el campo se pierde.

El castaño me mira asqueado y sale corriendo lo más lejos de mí, formo una barrera a mí alrededor y salgo del camino de las masas, evitando ser aplastada por la multitud. Analizo un poco la situación, si aquel sujeto me ha dicho tales palabras es porque quizá hay otro mutante cerca, que ha de ser el lugar de donde toda esta gente viene.

Respiro hondo y apresuro el paso para llegar al lugar en donde el barullo tiene origen. No sé bien por qué voy a ese lugar, si desde hace bastante estoy evitando a los mutantes. En especial a aquellos que conocí en aquella Academia de Charles Xavier para jóvenes dotados.

Y es que no quiero verle de nuevo. No a él, no a Scott.

O al menos eso me digo a diario, aunque aún sigo esperándolo como el primer día.

Aparto mis pensamientos sobre el Chico Láser, para correr tan rápido como puedo, si algo aprendí en aquella escuela es en ayudar al que lo necesita y seguro que alguien está necesitado ahora. Entre los choques con la gente que va a toda prisa, doy vuelta en una esquina, me detengo al notar el cielo tornarse oscuro, nubes grises remplazan las blancas en el cielo, acompañada de unos cuantos relámpagos, una tormenta eléctrica se avecina y solo hay una explicación para ello.

TOGETHER » SCOTT SUMMERS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora