Dr Reynolds

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El Dr. Reynolds era un hombre alto, de pelo castaño claro y unos ojos casi naranjos. Naranjo puede sonar exagerado pero sus ojos eran un café demasiado claro.

-Laura - dijo el - Señorita Stone, su nombre es Laura Stone.

Laura? Mi nombre es Laura? Por lo menos ya sabía algo de mi, ahora tenía que saber que había ocurrido. Pero como le diría? Soltaría la pregunta así de repente? Tomé valor y le pregunte:

-Como llegue aquí? Que me paso? Quien soy? - creo que eran demasiadas preguntas.

-Disculpe? - dijo el como si hubiese sido ofendido.

-Lo... Lo siento, no... No quería... Puedo ir al baño?

-Claro.

Apenas atravesé la puerta, me di cuenta que el Dr. Venía detrás mio.

-Tengo que vigilarla, además dudo de que usted sepa donde queda el baño.

Tenía razón, no tenía ni idea de donde se encontraba el baño pero por otra parte, porque me tenía que vigilar? No lo entiendo.

Cuando llegamos al baño, primero me pasaron por un detector de metales y luego me pasaron una cantidad de confort muy precisa. Entre al baño y dirigí mi mirada hacia el espejo.

Ahí estaba yo, por primera vez veía mi reflejo. Unos ojos verdes me miraban a través del espejo, eran los míos. Recorrí mi cara con mis manos, no se porque lo hice... Pero se sintió bien. Porfin veía como era yo físicamente. Mi cabello caía sobre mis hombros. Sonreía como estúpida frente el espejo pero no me importaba porque estaba sola... O eso creía.

-Está usted bien señorita Stone? - dijo la voz del Dr Reynolds.

Me di cuenta de que ya estaba tardando demasiado en el baño así que dije :

-Salgo en un momento!

Salí del baño y el Dr estaba parado al otro lado del pasillo mirando hacia la puerta. El estaba anotando algo en su agenda.

-Qué anota Dr Reynolds? - se me escapó la pregunta.

-Cosas - dijo el distante y frío.

-Qué tipo de cosas?

-Cosas que no son de su incumbencia.

-Lo siento.

El Dr Reynolds me llevó a mi habitación alias celda y me dijo:

-No salga de esta habitación si alguien no se la abre.

Fuera de mi cabezaWhere stories live. Discover now