Cuarto Blanco

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Me abrigaría? Hacía frío? Porque me ponía un chaleco? Y las mangas, donde estaban las mangas de esta cosa? Me hartaba no saber nada de lo que estaba pasando. Una vez con el chaleco-super-raro me dejaron sentada en medio del cuarto blanco. Hace unos minutos estaba en un cuarto negro en el que estaba yo sola con mis pensamientos y ahora estaba en un cuarto blanco lleno de mis dudas. Me di cuenta de que había una cámara en la esquina de la habitación. Una cámara? Una cámara... Una cámara... Y luego toda cobro sentido... Una cámara, un cuarto blanco, una silla de ruedas... Estaba en un manicomio . Porque rayos estaba en un manicomio? Los manicomios son para la gente loca, yo no estaba local o al menos eso creo. Seguía sin acordarme de quien era yo. La única vez que vi mi piel fue cuando estaba en aquella silla, estaba pálida como la nieve... Creo. Todo parecía un sueño, uno muy raro, un sueño en el que no recordaba quien era yo ni que me había pasado . Ya nada volvía a tener sentido y no esperaba que todo lo cobrará de la nada. Luego pense: quizá se equivocaron de persona, quizá debían traer a alguien que se pareciera a mi o que tuviera un nombre parecido al mio, aunque no lo recordaba, así que decidí aclararselo a quien quiera que este detrás de esa cámara.

-Hey! Si tu! Se equivocaron de chica! Yo no debo estar aquí!!

Un sonido parecido al de un micrófono encendido apareció, entonces supe que tenía una respuesta. Espere unos 30 segundos con el mismo sonido y entonces? impaciente por la respuesta se escuchó:

-5 minutos.

5 minutos de que? A que se refería? 5 minutos más en este cuarto!? Y que se supone que hiciera!? Quedarme observando el vacio como si nada!? Me pase los siguientes 5 minutos jugando un juego que acababa de inventar: tenía que pensar una palabra y luego tenía que pensar otra que empezará con la última letra de la anterior claro, era más divertido de lo que sonaba en ese momento.

La puerta se abrió y me sentaron otra vez en la silla. Me dirigieron por un pasillo con demasiadas puertas a los lados. Llegamos a una puerta con el número 228 escrito en el medio. Me quitaron mi chaleco-super-raro y me dejaron dentro de una habitación muy básica.

Fuera de mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora