Extra 2

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Noche salvaje 



¿Qué importancia tienen las críticas y prejuicios? ¿Qué es lo importante dentro de los susurros ofensivos de las señoras cuando los ven pasar? ¿Por qué debería importarles a ellos ser acusados de degenerados y pervertidos? ¿Por qué se molestarían? si después de todo están con la persona que aman.

Era una cálida noche de sábado. Akashi y Midorima habían tenido que atender asuntos personales en sus respectivas casas, por lo que no pudieron acompañar a su pequeño amante esa noche, dejándolo al cuidado de Kise, Murasakibara, Aomine y Kagami.

Por orden de Akashi, Kuroko se quedó en su habitación viendo tele mientras los demás se quedaban en la sala. Como precaución extra, Midorima le dio al pequeño un gas pimienta en aerosol en caso de que los chicos quisieran hacer algo indebido.

El pequeño chico fantasma vestía una camisa mangas largas de tela fina, con unos ajustados shorts negros debajo de esta.

Debido al aburrimiento, Kuroko se quedó recostado en su cama mirando hacia el techo mientras los chistes, sin gracia, de un sujeto de la tele hacían eco por las paredes de la oscura habitación. Estaba por quedarse dormido, de no ser por el sonido de su puerta siendo golpeada.

Incorporándose rápidamente, Kuroko se talla un ojo y bosteza con suavidad antes de hablar.

-¿Si? ¿Qué sucede? -Pregunta sin levantarse de su cama mientras mira fijamente la puerta-

-Oi, Tetsu. ¿Estás aburrido? -La voz de Aomine sonó suave pero clara en sus oídos- Juguemos algo.

-Claro. -Responde Kuroko sin pensarlo a la par que estiraba su espalda- La puerta está abierta, pasa por favor. -Agrega antes de soltar un nuevo bostezo.-

La puerta se abre y por ahí entra Aomine, pero no estaba solo. Detrás de él estaban Kagami, Kise y Murasakibara, los cuatro con un brillo en sus ojos que no supo reconocer con claridad. Aomine se acercó a su cama y se arrodilló sobre esta colocando sus manos a los costados de las piernas de Kuroko.

-¿A-a qué vamos a jugar? -Pregunta Kuroko algo cohibido por la cercanía del moreno. 

(N/A: No jodas, Kuroko. Ni que te fuera a robar las zapatillas xD)

Aomine no respondió, solo se acercó aún más al pequeño para juntar sus labios en un suave pero apasionado beso. En algún momento ese beso se convirtió en una lucha de lenguas, un baile erótico que continuó sin importarles a ninguno el ser observados.

La falta de aire se hizo presente, obligando al más alto a cortar el beso con un sonido húmedo proveniente de sus bocas. Las mejillas de Kuroko adquirieron un sutil tono rosáceo a la par que escuchaba varios pasos acercarse.

-Mierda, Aomine. No lo apartes para ti solo. -Resopla Kagami con voz molesta antes de tomar con delicadeza la cara de Kuroko entre sus manos.- Solo relájate, confía en mi... -Y con ese susurro, era ahora la lengua de Kagami la que exploraba cada parte de la boca del peliceleste.

-Yo también quiero~ -Protesta Murasakibara mientras aparta a Aomine para empezar a lamer el lado derecho del cuello de Kuroko.

-¡No me dejen fuera~! -Se queja Kise antes de aparecer de un salto en la cama.- Kurokocchi no es solo suyo, maldición. -Protesta antes de abrir la delgada camisa del más bajo, revelando los rosados pezones ya erectos. El rubio se relamió los labios segundos antes de atacar con fiereza los pequeños botones, arrancándole a Kuroko un gemido ahogado.

-Tsk, arruinan todo. -Agrega Aomine antes de bajar los shorts de Kuroko junto con su ropa interior, rebelando así el ya erecto miembro.- Valla~ Alguien se está sintiendo bien. -Dice con malicia mientras toca suavemente la punta del pene, haciendo estremecer al pequeño.

**Todos aman a Kuroko Tetsuya** YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora