Capitulo cuarenta y cuatro

515 60 30
                                    

Lo sé, ahora me dirás que hice mal las cosas. ¿Eso es verdad gato? Eh gato, ¿por qué no me respondes? Está bien vete y déjame solo. Bueno eso realmente no quise decir, ¡joder, gato vuelve! A quién engaño él se fue dejándome a mí completamente solo.

Me encuentro solo en medio de una calle desconocida. Me senté en la vereda juntando ambas piernas observé a las personas que están aquí pasando como si nada hubiera pasado. Arrugué mi nariz presintiendo mis ojos arder, no lo podía creer que las palabras de Carrie me llegaron muy al fondo. ¿Quién se cree? No es nadie para que me diga eso, está loca. Aunque me sigue doliendo.

No dejaba de pensar en lo que me había dicho egocéntrico, egoísta esas palabras no puedo dejar de pensar. No soy egoísta tampoco soy egocéntrico, en estos momentos solo quiero que gato me regañé pero mierda. Él ya no está conmigo.

Decidí levantarme, caminaba por todas partes encontrándome a mí mismo. Realmente estaba aturdido con todo esto, no sé cómo paso pero ya había llegado hacia el apartamento. Debo estar muy pelotudo.

Entré hacia la habitación, estaba la mamá de Carrie y su hija. La señora se levanto al verme ahí parado. Voy a matar a Carrie sabiendo lo que estoy por hacer, mierda ¡una chica me hace llorar!! La odio.

-¿Qué ocurrió, Carrie? – Pregunta mientras que se acerca hacia a mí, me abraza sin pensarlo la abracé al menos necesito una apapacho.

No, no, no, no quiero llorar pero ¡carajos ya estoy llorando peor que una chica!

Aferre sus brazos mucho más a mí, mis mocos caían en su vestimenta, no me importo porque realmente solo quiero que esos mocos fluyan como una buena marica. Ella me miro. Quise apartar la mirada, no quiero que esta señora me vea llorar por favor esto es una locura.

–Shh... ya, ya no llores. –Dijo acariciando este pelo de mierda que me incomoda la concha de la lora, estoy enojado, frustrado, triste.

–Lo odio. –Dije, no quiero que ella sepa que yo soy Harry Styles realmente no me importa ser Harry Styles.

–Así son los chicos. –Murmura viéndome. –No te preocupes, vamos a relajarnos y a dormir. ¿De acuerdo? –Sonrió.

Asentí, me di la vuelta. Abrí mi boca, otra vez volví hacia su mirada.

–Una pregunta, ¿tú crees que las personas pueden cambiar? –Pregunto curioso.

–Eso es depende de uno, si de verdad quiere cambiar tendrá que tomar una decisión.

–¿Qué decisión? –Pregunté, ella estaba caminando hacia la cama.

–Yo una vez fui una persona y...–la interrumpo.

–No jodeme. –Reí a carcajadas.

Ella me fulmino con la mirada.

–Buenas noches Carrie. –Dijo, apagó la luz.

De acuerdo siempre lo arruino, no puedo dejar de pensar en humillar a una persona.

Cerré la puerta, no quería que las chicas entraran. Me acosté en la cama colocando ambas manos sobre mi pecho, observé hacia el techo tragué saliva parpadeando muchas veces. Remojé mis labios, suspiré un poco frustrado. Pensaba en muchas cosas, cosas que yo mismo no me las creía. Gato puto, gato puto, gato puto, putaso de mierda. ¿Dónde carajos estás?

Nunca me había sentido de esta forma, se siente extraño saber que estoy en una soledad sin nadie quién me acompañe. ¿Por qué tengo que aprender las lecciones de esta forma? Realmente no se porque estoy aquí. Cerré mis ojos creyendo olvidar lo que pasó hace unas horas...

¿¡Yo!? ¿En el cuerpo de una Directioner?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora