7. El pasado llama

233 23 11
                                    

—V-voy a sacarte de aquí, ¿sí?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—V-voy a sacarte de aquí, ¿sí?

Luces.

—Sé que duele, Ethan, pero tienes que levantarte.

No quiero despertar.

—Por favor, levántate. Ethan...se suponía que haríamos esto juntos.

Gritos.

Llanto.

—Hola de nuevo, Ackerman.

Un rostro ensombrecido se acerca a él, el azul gélido brillando en la penumbra. La oscuridad lo arrastra nuevamente a su merced, sometiéndolo contra su voluntad. Cobra forma, tirando de las cadenas que siempre estuvieron en sus muñecas. Él trata de resistirse, pero no es lo suficientemente fuerte. Una vez más, está perdiendo, no le queda otra opción más que ceder.

Las imágenes se mezclan unas con otras, nublando su mente, lo que impide que piense con claridad. Angel lo llama, pero solo se escucha a sí mismo hablándole, el Ethan de diecisiete años, con el cabello corto y ondulado, mirándolo desde las sombras, le dice que regrese a casa, que Ellie lo espera, su madre...

No. Ella está muerta.

Dio un salto, tropezando con el vacío, provocando que caiga. Por fortuna, Angel alcanzó a atraparlo. Se encontraba de nuevo en la realidad.

—Ey, ¿estás bien? —gruñó Angel, la brisa le sacudía los mechones de cabello.

—Deja que deje de colgar de este edificio y te respondo —masculló, estirando la otra mano para que Angel la alcanzara. Se impulsó con los pies en las divisiones de los cristales de las ventanas mientras Angel lo arrastraba, finalmente haciendo caer a ambos sobre sus espaldas, clavando las miradas en el cielo nocturno.

Arek les pidió perseguir a uno de los sospechosos: Nikolas Nieztech. No obstante, parecía que no era más que eso, un sospechoso, además de ser demasiado veloz que ninguno pudo seguirle el paso. Ethan estuvo distraído durante la misión y Angel lo notó, pero decidió ignorarlo. Definitivamente Arek no estaría feliz con el resultado, pero ya tendrían tiempo para lidiar con él después, al menos Angel, quien sus pensamientos no dejaban de rondar en torno a Damian.

—Le dejé una carta a Damian —Angel dejó escapar una bocanada de aire, formando una sonrisa nerviosa en sus labios—. Seguramente lo más estúpido que he hecho en años, ¿no?

Ethan se limitó a mirarlo. Después de haberse recuperado de la persecución, y recuperar el suficiente aliento, Angel se giró hacia él, sonriendo con tanta felicidad que parecía agotadora. Las estrellas le iluminaban los ojos ámbar, encendiendo la chispa que mantenía en él.

—Creo que podríamos volver —anunció, haciendo a Ethan abrir los ojos en su seria expresión—. Solo piénsalo, si vienes conmigo y les explicamos a todos...

Sangre de NadieWhere stories live. Discover now