Continuación de la bilogía "Cristales Rotos"
En la elitista sociedad de los Basett, Arek Basett es el segundo heredero designado para liderar "La Hermandad", una organización clandestina de asesinos que ha dominado el mundo en las sombras durante ge...
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—Mira esto —Damian extendió un periódico, en la primera plana "Cuerpo del psicópata de mujeres es hallado bajo Tierra"—. Ha sido el segundo esta semana, si ese asesino anda por la ciudad, y mi teoría de que Angel se fugó con Arek es correcta, no debieron haber llegado muy lejos.
Damon suavizó la mirada, retirando el papel que Damian le había puesto enfrente, dando con la sonrisa ingenua de su hermano. Cada vez que lo visitaba solían tener la misma conversación, y Damon se limitaba a escucharlo para no herirlo, pero ya no podía soportar ver cómo su hermano se destruía a sí mismo. Damian tenía algo que él no; el apoyo de su familia, sin embargo no se refugió en ninguno, mucho menos pidió ayuda, en cambio, se dedicó a investigar todos los lugares posibles en donde podría encontrar a Angel. Él no estaba perdido, no necesitaba ser encontrado.
—Damian, esto no es sano —Damon se puso de pie, siguiendo la presencia entusiasta de su hermano—. Cuando Ellie y yo buscamos al asesino de Ethan la pasamos muy mal, y no quiero que pases por lo mismo. Quizás si...
—Sí, pero escucha —se dio la vuelta, yendo al escritorio donde se extendía una serie de papeles desordenados, todos con títulos de asesinatos de los últimos años. Damon quedó petrificado y al mismo tiempo asustado. Damian debería estar ocupándose de pintar algún cuadro, tal vez ir a visitar a Ellie, salir con Elai, o sino conseguir un amigo, cualquier cosa menos esto. Pero en cambio, estaba ausente, faltaba a las reuniones familiares o cancelaba planes. Repetía el patrón de Damon años atrás; se enfrascó en una burbuja que en cualquier momento explotaría—. Si nadie sabe que está vivo, probablemente pueda volver, tener una vida normal y...
—Damian, tienes que parar, él no...
—Tú lo viste. Aún está vivo.
—Sí, pero... —Damon tragó duro, sintiendo las palabras detenerse en su boca—. Tal vez no lo has visto porque él no ha querido. Que esté vivo no significa que él...
—¿Quiera verme? ¿Eso quieres decir? —lanzó una mirada que reflejó dolor—. No porque tú hayas perdido la esperanza significa que yo lo haga.
Damon dio un paso al frente, puso cada una de sus manos en los hombros de su hermano y buscó su mirada cuando este inclinó la cabeza.
—No perdí la esperanza, seguí adelante. Y tú deberías hacerlo.
Damian no podía estar molesto con él, porque una parte de él, sabía que tenía razón. Temía darse cuenta que Angel ya no quisiera saber nada de él. ¿Por qué esperar tanto para buscarlo? Se aferraba a creer que era por su seguridad, pero Angel siempre había pensado en los demás antes que él. ¿Será que en verdad ya dejó de pensar en él?
Pero no podía ser egoísta, no otra vez, no heriría a Damon con sus palabras. Solo quería alguien que pudiera entender.
—¿Sabes? —Damian suavizó el tono—. Entiendo que lo hayas hecho. Tú perdiste a Ethan para siempre. Pero yo... aún podría ver a Angel.
