53

203 20 24
                                    

Narrador omnisciente:

A la mañana siguiente, ya en la sala común de Gryffindor estaban Draco y Hermione listos para salir en busca de Blaise. Cuando salieron Draco se fijó en algo.

— Oye, Herms – le llamó Draco – ¿qué dice ese póster?

¡Galones De Galeones!

¿Tus gastos superan tus ingresos?
¿Te gustaría ganar un poco de oro?

Si te interesa un empleo sencillo, a tiempo parcial y prácticamente indoloro, ponte en contacto con Fred y George Weasley, Sala común de Gryffindor.

— Se han pasado – dijo Hermione – ¿dónde estarán?

— Ahí vienen – señaló el rubio, los gemelos venían riendo junto a Lee Jordan.

— Oh, hola, nena – saludó Fred dejándole un pequeño beso a la castaña – ¿qué te ocurre?

— Me ocurre de todo, Fred – contestó ella con su típica voz mandona – ¿qué pretenden tú y George?

— Eh...pues...eh, nosotros – divagó el pelirrojo algo nervioso, Draco quiso reír a montones, pero se contuvo.

— Lo que Gred quisó decir, cuñadita – habló George – es que estamos ofreciéndole trabajo a muchos de aquí. Porque, prontamente nuestra tienda Sortilegios Weasley; será la mejor de todo el callejón diagon y necesitamos algo de ayuda. Aunque ya tenemos a Lee y Zabini se ofreció a ayudarnos.

En definitiva, ser novio, cuñado, amigo, y mejor amigo de Hermione Granger no era muy agradable cuando esta se enojaba.

— Pues no me parece bien lo que están haciendo – dijo en tono seco – soy prefecta. Pero eso no quiere decir que no les reprenderé, por merlín. Si Dumbledore o peor incluso; Mcgonagall llegan a ver esto, será una situación horrible. Están tentando a niños de once años a cosas que tal vez no estén bien...como las bromas.

— ¿Por qué siempre tienes problemas con las bromas? – preguntó Fred algo triste.

— Porque son horribles, Fred – contestó ella – ¿te recuerdo acaso lo que pasó con ese chico de Slytherin, al que dejaron en coma?

— ¿Por qué nunca te notas contenta por mí? – replicó Fred con aún más tristeza en su rostro – sabes que mi sueño es ese; tener mi propia tienda de bromas junto a George. Pero a tí parece no importarte.

— ¡Claro que me importa! – dijo ella – es sólo que no me agradan sus bromas ni nada de lo que hacen, tú madre opina lo mismo, no sé porque te importa tanto.

— ¿Por qué eres MI novia, quizá? – preguntó él, y Draco notó como sus ojos se ponían llorosos y reflejaban decepción – ya veo que tal vez nunca podremos ser plenamente felices, y que tampoco te haré sentí orgullosa. Vámonos, chicos.

Hermione se quedó algo anonadada y avergonzada. Draco negó.

— Esta vez te pasaste, Hermione – le dijo y se fue detrás de los gemelos y Lee.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Los Elegidos  || Harco Where stories live. Discover now