Capítulo 15

10.1K 762 2.1K
                                    


Era una noche cualquiera después de una misión en Bahía Aventura. Justamente, una noche antes del día en que Rocky se fue del equipo.

Esa maldita noche.

—¡Bien hecho todos! —Exclamó Chase una vez la gente rescatada fue puesta a salvo, escuchando pequeños vitoreos cansados por parte del resto—. Estoy exhausto. Una vez que Marshall revise a los afectados nos iremos. Rocky, necesito que...

Se quedó expectante mientras hablaba, buscando al can de raza mixta con la mirada; pero no parecía estar cerca.
Se llevó una mano al rostro como claro gesto de estrés.

—¿Dónde coño se metió ese perro callejero?

El dálmata, que preparaba su kit médico a unos cuantos metros, respondió—. ¿No escuchaste? Dijo que fue a recoger piezas de un motor que explotó o algo así.

—¿Y casualmente se fue con Zuma? —Cuestionó esta vez Skye.

Ambos miraron a Marshall con curiosidad, como si supiese algo que ellos no; pero éste, al darse cuenta rápidamente terminó de empacar su maletín y salió disparado de ahí.

Skye y Chase se miraron, dejando escapar unas risitas tras unos segundos.

—No te enojes con ellos, sabes como son —Habló la Cockapoo acariciando su brazo—. Sabes que tienen la manía de escaparse desde pequeños. Las tradiciones nunca se pierden, ¿No? —su mirada se enterneció ante la chica, esbozando una sonrisa involuntaria.

Chase se sintió en calma ante sus palabras, siempre era así alrededor de ella. Skye era la única que lograba sacar lo mejor de él sin importar qué tan mal se sintiera; era su mundo entero. Si tan sólo hubiese notado que aquel dálmata a lo lejos lo miraba de la misma forma en la que él miraba a Skye, tal vez muchas cosas habrían sido diferentes.

La castaña se puso de puntillas para elevarse todo lo que sus cortas piernas le permitían, mirando a su amigo con ojos de perrito triste.— ¿No te enojarás con ellos?

Chase rió.
—Está bien, fue un día estresante hoy. No me enojaré con ellos. —La cockapoo celebró, causando un pequeño revoloteo en el estómago del chico. Fingió un gesto de enojo y añadió—. ¡Pero hey, sólo por hoy! Ese par también debe atender sus obligaciones.

Pero aparentemente, aquel par estaba demasiado ocupado para pensar en sus obligaciones.

—Zuma, se nos hace tarde —Susurró Rocky tras apartarse del otro repentinamente, tratando de recuperar el aliento—. Ya se debieron dar cuenta que nos fuimos.

—¿Y qué tiene si se dan cuenta? Bue, no es como que les importemos mucho —Repuso el menor.

Se quedaron en silencio durante algunos segundos, únicamente escuchando la respiración del otro y los ruidos lejanos de la gente. Se habían colado en el callejón más remoto que encontraron una vez que su "líder" declaró la misión terminada, y claro, la situación terminó en Zuma acorralado y besándose con su mejor amigo.

—Si realmente quisieras irte ya me habrías soltado, ¿No, genio? —Cuestionó Zuma con una sonrisita malvada. Touché.

—Ugh, te odio —Quiso soltarlo esta vez, pero el labrador tomó sus manos antes que siquiera pudiera apartarlas de su cintura—. ¿Ahora eres tú el que no me deja ir?

—Bueeeno, tengo que aprovechar, ¿No? Porque alguien —Dijo remarcando la última palabra— nunca quiere ni tomarme de la mano en el cuartel.

Rocky rodó los ojos conociendo ya el tipo de dramas que hacía su amigo. O, ¿Novio? No tenía idea de qué eran a ese punto.

—Sabes cómo son las cosas, no quiero que los demás nos molesten —Se acercó una vez más, casi rozando sus labios—. Así estamos bien.

Lo que el tiempo se llevó  ──  ;   Paw Patrol.Where stories live. Discover now