↳ Esteban es un académico ejemplar de la mejor universidad de arte de toda argentina, su éxito en la película "La sociedad de la nieve" no hizo más que traerle fama y dinero. Su vida era completamente perfecta hasta que apareció ella... Cairo, recié...
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La noche anterior para la rubia se había convertido en un caos. Se dejó llevar por sus emociones y terminó pagando un precio bastante caro, su conciencia ahora estaba sumida en el arrepentimiento. Aquel rubio tatuado era el hombre más cercano al de sus sueños que había conocido, masculino, tatuado, bastante extrovertido, la mezcla perfecta de carisma para una chica cómo ella, además su salvajismo había logrado cautivarla ligeramente Lo que sucedió en el baño de aquella fiesta; No salía de su mente, en lo absoluto. La mujer es incapaz de pensar en otra cosa que no sean sus labios sobre ella. La marca que dejó plantada en su cuello, simplemente no podía dejar de admirarla. Es lo único que pudo conservar de él, de cualquier forma, jamás lo volvería a ver.
Del otro lado de la moneda, el rubio no podía creer que fuese real. La idea de engañar a su novia jamás fue una casualidad válida en su cabeza, sino todo lo contrario, el amaba a su prometida, por sobre todas las cosas o eso era lo que él creía hasta que observo por primera vez a la imponente rubia que no dudo en seguir sus coqueteos. Desde la noche, no había podido quitársela de la cabeza, ni siquiera con su mujer junto a él.
El pensamiento incesante lo llevó a cometer una locura, buscarla nuevamente... Rápidamente se comunicó con Simón, el único dato que consiguió fue que la chica estudiaba en la misma universidad en la que coincidentemente su amigo, Esteban es maestro, excusa suficiente para ir a buscarla sin temor a las represalias que esto podría traerle a futuro.
Su idea era clara, necesitaba verla de nuevo, su idea principal era pedirle a la rubia que por favor no intentara arruinar su relación, pues de alguna manera sabía que una mujer así sin duda no lo querría para algo serio, no como su prometida.
Al medio día, justo cuando la mayor parte de la universidad se encontraba en un receso, el hombre apareció, buscando por cada rincón de la facultad de artes, a la mujer que durante la noche le había robado cada suspiro. La buscó incesantemente durante casi una hora completa, apunto de rendirse el rubio reunió energías para buscarla en la última facultad que debía recorrer, la facultad de fotografía, donde según su criterio era imposible encontrarla.
