Capítulo cincuenta y siete

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Narra: Hans

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Narra: Hans

''Por favor, Venus. Necesito qué me atiendas. ¿Donde estas?''

''Venus, te puedo explicar lo qué dijo tu padre. Necesito verte.''

''Por favor, atiendeme.''

Dejo el teléfono a un costado y mientras manejo, se me viene aquel recuerdo.

12 HORAS ANTES DEL ASESINATO DE ELIZABETH:

—Necesito que hablemos—Elizabeht tiene los ojos hinchados, y su sonrisa se ve apagada.

Me quedo en silencio. Ella rompe en llanto y agacha la cabeza.

—Acabo de volver del hospital —me dice y se ahoga con su propio llanto —. El bebé no es tuyo...

Frunzo el ceño, confundido.

—Lo siento, Hans. Lo siento tanto... —Solloza.

Me cuesta comprender sus palabras.

—No lo entiendo.. —Niego con la cabeza —. ¿Entonces de quién es? ¿Me engañaste?

Elizabeth no responde. Llora desconsoladamente y se quiebra en el piso.

—¡¿De quién es el bebé?! —Alzo la voz —. ¡Elizabeth!

—¡No puedo decírtelo! —Me mira a los ojos —. No puedo...

—¿Cómo que no puedes? —le pregunto, acercándome a ella —. ¡¿Qué mierda es todo esto?!

—Lo siento tanto, Hans —Se lamenta una y otra vez —. Ni siquiera quiero tenerlo, no puedo hacerlo...

—¡Dime por favor qué esto es una broma! Dime que no llevo meses creyendo que soy el padre de ese bebé y no... —No puedo continuar de hablar, comienzo a llorar.

Elizabeth no responde, agacha su cabeza con vergüenza.

La miro fijo, durante unos segundos. Toda mi ilusión se pierde con sus palabras. Tenso la mandíbula y me doy la vuelta.

—¡¿A donde vas?! —Ella me sigue —. Hans...

—No voy a ir a ningún lugar contigo. Olvídate de todo lo qué planeamos.

Elizabeth me toma del brazo, intentando detenerme.

—Por favor, Hans. No puedo quedarme aquí—Ignoro su preocupación, por más impaciente que suene —. Te juro que no te engañe, puedo explicártelo luego pero tenemos que irnos de aquí lo antes posible.

—¡¿Qué me vas a explicar?! —Le grito —. ¿Qué me convenciste de escaparnos de este pueblo para darle una mejor vida a nuestro hijo y ahora resulta que no soy el padre? ¡¿Hace cuanto qué me estás engañando?!

Sigo caminando, ignorando sus suplicas.

—¡Estoy en peligro, Hans! —Me grita —. No te vayas, por favor.

Vuelvo a la realidad con un dolor punzante en el pecho.

Marco su número de teléfono más de diez veces, y ninguna responde. Empiezo a preocuparme cuando el camino de la carretera pierde el sentido.

Ya anocheció, pero por el paisaje se me hace familiar el camino. Sigo derecho, sin detenerme hasta que la carretera se corta y llego a un descampado.  Apago las luces del auto y me bajo. No sé hacia donde caminar pero gracias a la linterna del celular logro detectar un pequeño camino que se forma en el pasto. Lo sigo, hasta toparme con el auto del padre de Venus que venia delante mío y perdí de vista. Están aquí.

Me agacho cuando veo una luz que viene desde una pequeña choza.

Escucho un grito, no puede detectar de quien. Pienso en Venus y vuelvo a ponerme de pie. Corro hasta la choza de madera, intentando hacer silencio. No hay ventanas, ni ventilación. Ni siquiera parece que alguien podría vivir en este lugar.

—¡Eres un monstruo! —Escucho su voz. Siento que la sangre me hierve y pierdo la noción de mis acciones.

Abro la puerta y reconozco inmediatamente el lugar. Alguien dice mi nombre, tal vez gritando o lamentándose pero por un segundo pierdo de vista todo a mi al rededor, porque veo algo que creí jamas volver a hacerlo.


NOTA DE AUTORA: Estamos a solo seis capítulo de terminar el libro, ay dios. Disfruten mucho la lectura y no se olviden de votar.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Where stories live. Discover now