La asesinaron un 23 de octubre, y desde entonces todos se preguntan: ¿Qué le pasó a Elizabeth Parker?
Venus, la protagonista, tras el reciente asesinato de su hermana, Elizabeth, se une a un grupo "cristiano", donde comienza a descubrir que varias...
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Narra: Venus Parker (Protagonista)
Mi nombre es Venus Parker, seguro ya lo escucharon por ahí. Solo tengo 18 años y hace dos semanas vi morir a mi hermana. Algunos dicen que yo la asesine, o que vi a su asesino y lo estoy protegiendo. Y la verdad es qué aun sigo sin saber qué pasó ese día. Su historia empezó antes de morir. Mucho antes de qué la diagnosticaran. Sé qué muchos de ustedes van a amarme u odiarme al paso del tiempo, pero solo necesito pedirles una cosa: Abran su mente y su corazón porqué esta historia esta comenzando y los únicos protagonistas aquí son ustedes.
...
Veo su foto en cada esquina, no reconozco su sonrisa ni sus ojos grises, iguales a los míos.
Somos los últimos en llegar a su entierro, por lo qué el resto de las personas no dejan de observarnos. En especial a mí.
Se dice mucho sobre mi estadía en el hospital, por qué aunque solo fueron dos días y el doctor me haya dicho que tuve un severo ataque de pánico, nadie lo creé. Mi madre no pudo salir de la cama en días y mi padre se la pasó trabajando en la comisaría, tratando de descubrir qué había pasado con Elizabeth.
Todos quieren saber qué le pasó, solo una persona lo sabe realmente.
Veo una figura alta, con una biblia bajo a su brazo. Él sonríe con angustia al verme. El pastor tiene una belleza particular que comparte con su único hijo: Hans Wist.
—Los estábamos esperando —nos dice el pastor—, pero antes me gustaría darles mis condolencias, Elizabeth era una joven muy querida por el pueblo. Lo qué le pasó fue una tragedia.
No fue una tragedia, fue un asesinato.
—Le agradecemos mucho, pastor. —Mi madre mantiene su rostro serio, y se retira —. Si nos disculpa...
Nos sentamos en primera fila, yo en medio de mis padres. Siendo ahora lo único qué tienen.
La niebla congela los dedos de mis pies, y la boca del pastor se abre para dar comienzo al funeral de mi hermana. Siento un nudo en el estómago.
—Hagas lo que hagas no actúes sospechoso —susurra mi padre a mi oído—. Te estarán observando.
Sé que algunos piensan que yo misma la asesine, no los culpo.
Mi padre sostiene mi mano, pero no hay nada que sostenga mis lagrimas cuando veo el cajón cerrado de mi hermana en el fondo del pasillo.
«Necesitaba ayuda», pienso.
Siento que pierdo el control de mi cuerpo y un aterrador recuerdo viene a mí.
