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Oficiales de policía se encuentran sentados en sus escritorios, algunos hablando con civiles y otros simplemente escribiendo en computadoras. Debido a que es de noche, no hay muchas personas en realidad.

Jaemin sentado justo al lado de los barrotes que le impiden la libertad, acurrucadito con sus rodillas pegadas a su pecho siendo rodeado por sus brazos. Seca las lágrimas que se deslizan por sus mejillas.

Pensativo y arrepentido.

¿Cómo pudo ser tan tonto?
¿Cómo no se dio cuenta?

¿Por qué tuvo que gustarle Sooyoung?

Esa perra lo metió en problemas.

Mientras se dirigía a la casa de Jeno la policía apareció de pronto llevandolo a la estación, mostrándole la prueba innegable de su delito, un vídeo de él dejando una sospechosa caja pequeña delante de una puerta.

Nunca pensó que algo así le sucedería. Había creído tontamente en aquella mujer para al final, ser destruido por la misma.

No sabía a quien llamar, no quería llamar a su madre y preocuparla por un sin sentido. La única persona que se le vino a la mente fue Jeno.

Lee es inteligente, él sabrá que hacer. Vendrá y lo sacará de ahí. Lo ayudará en lo que sea y podrán salir de esta. Así de ingenuo pensaba.

Trataba de tranquilizarse mientras esperaba a su novio, no queriendo que lo vea en un deplorable estado. Forzando una sonrisa entre lágrimas, maldiciendose una y otra vez por haber sido un tonto.

Escuchó el sonido de la campanita sonar indicando que la puerta principal de la Estación de Policía fue abierta. Se asomó de inmediato con su corazón latiendo a mil por enésima vez para ver algo que le causó un terror profundo.

Su madre llegando junto a Jeno.

Él la llamó. Lo acusó.

Su madre llegó corriendo hacia él entre llanto para traspasar los barrotes con sus manos tomando a su hijo con cariño.

—Jaeminnie, ¿Estás bien? ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes mi amor? —cuestionaba la mujer preocupada.

El pelirosa no pudo evitar romper su duro cascaron y empezar a aferrarse a los cálidos brazos de su madre como si aún fuese un niño de diez años, sollozando.

—Y-Yo no l-lo sabía... L-Lo juro... Mamá, y-yo no q-quería... —intentaba explicarse entre llanto, pero era imposible formular la oración completa.

—Esta bien, yo te creo. Sé que no eres así. Lucharemos juntos, ¿Si? Todo estará bien —toma el rostro del menor entre sus manos, mirándolo desde afuera. —Te sacaré de aquí.

(Boy)friends [Nomin]Where stories live. Discover now