Once 🐰

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Taehyung bebía de manera distraída su tercera taza con café de la mañana.

Luego de que el sustituto abandonara su hogar se dedicó a limpiar alrededor, menos en su estudio, no se atrevió a entrar ahí, de cierta forma se sentía traicionado consigo mismo ya que nadie aparte de él podía entrar y no entendía que de especial tenía el alfa que acababa de marcharse como para permitirle el acceso.

El aroma de Jungkook fue sustituido por detergente con olor a manzana, pero aún estaba impregnado de su aroma, todavía olía a él y aunque lo correcto hubiera sido ir bañarse para ya no tenerlo encima se ha quedado con su camisa puesta y solo se puso un bóxer limpio.

A lo lejos escuchó el sonido que emitía el ascensor cuando sus puertas se abrían y puso su taza medio vacía sobre la mesa al lado del pequeño sofá donde se encontraba sentado, una pierna flexionada, con el pie sobre el asiento y la otra estirada, apoyó ambas manos en su rodilla y esperó, movió su cuello y hombros, haciéndolos tronar justo cuando el intruso se dejaba escuchar con sus fuertes pisadas al subir los escalones.

Ni siquiera vio al traidor, a quien se supone que era su mejor amigo y quien dejó entrar a un completo extraño para que le metiera el pene cuando estaba tan indefenso.

Alzó la barbilla y trató de controlar su molestia, Hoseok apareció por fin con dos bolsas blancas en cada mano, una siendo más pequeña que la otra, caminó hasta él y dejó las bolsas sobre la mesa.

-Por fin llegas.-dijo Taehyung sin mirarle, en un tono frío que provocó un escalofrío en la piel del beta.-¿Has traído lo que te pedí?

Asintió de inmediato, tomó una de las bolsas blancas de la mesa, la más pequeña y la extendió hacia el omega quien prácticamente se lo arrancó de las manos para observar su interior.

Entonces Hoseok buscó salvar su vida.

-¡Perdóname Taehyung, si no me metía Kangjoon de todas formas te iba a mandar a alguien! -dijo con nerviosismo y rápidamente cayó hincado frente al omega quien le dio una mirada superficial.-¡No podía permitir que se saliera con la suya, es por eso que lo hice! ¡No me mates por favor!

Taehyung bufó mientras rodaba los ojos, unos segundos después mordisqueó su labio inferior y no pudo contenerse.

-¡Debiste decirme antes!-exclamó molesto mientras se paraba en el sillón y golpeaba al beta con la bolsa que se le fue entregada.

Hoseok alzó las manos tratando de protegerse, la bolsa contenía cajitas rectangulares que, aunque no le dolieran en sí, no podía confiarse ante la furia de su mejor amigo quien daba miedo cuando se enfadaba.

-¡Si te decía tratarías de detenerlo y eso pondría en peligro a Jimin! ¡Él fue quien me lo contó!-se excusó mientras se encogía y ocultaba su rostro para no ser golpeado ahí.-Si te calmas te lo explicaré bien, lo prometo, además ¡Vas a arruinar las pruebas, luego no te funcionarán!

Los golpes cesaron apenas dejó de hablar, debería de sentirse aliviado ante eso, pero sabía que de hecho había dicho algo incorrecto. Destapó solo un poco su rostro, específicamente en la parte de sus ojos justo para ver al omega señalándole con su dedo índice y con una mirada atemorizante.

-¿Acabas de...? ¿Decirme que me calmara?-preguntó Taehyung entre dientes.

Hoseok dudó unos segundos, su cuerpo temblaba y mentalmente estaba rezando por salir vivo de ésta.

-S-Si...-murmuró y se encogió de nuevo, cerrando los ojos y tapando bien su rostro.

Esperó por el nuevo golpe, el cual no llegaba y ya habían pasado un par de segundos, con lentitud abrió los ojos y bajó con la misma velocidad sus manos, solo para notar como el peliazul se bajaba del sillón de un salto.

Daiyō (adapt.)Where stories live. Discover now