Uno 🐰

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La nieve rodeaba todo el centro de Seúl, el tráfico era terrible e insufrible.

Jeon Jungkook quien iba conduciendo un maybach exelero trataba de no perder la paciencia, tenía una cita en 15 minutos y no estaba ni cerca todavía.

Normalmente las citas para solicitar su servicio como sustituto tomaban su tiempo, Jungkook brindaba un formulario en línea y dependiendo de los resultados, decidía si aceptaba o no.

Podía escucharse exagerado, pero en sus dos años de experiencia, se había topado con casos que ameritaban el pensarselo demasiado en si aceptar o no.

Ni siquiera estaba seguro del tipo de omega que estaba solicitándolo en ésta ocasión, pero le llamó la atención hacia donde se dirigía.

Una mujer le había llamado el día anterior, alegando que necesitaba una cita urgente con él y que se presentara el día siguiente a nada más ni nada menos que Yeonin, una empresa de cosméticos que había ganado popularidad los últimos cinco años, siendo dirigido por el alfa empresario Seo Kangjoon, con quien tendría su cita ese día.

No se imaginaba a un hombre como el solicitando aquel tipo de servicios

¿Para quién los necesitaría?

Jungkook tenía unas cuantas preguntas con necesidad de ser respondidas pronto, esa había sido su razón de aceptar sin pensarlo tanto.

Y por si alguien se lo preguntaba ¿Cómo había terminado siendo un alfa sustituto? He aquí la respuesta.

A la edad de los 19 años, conoció a su pareja destinada, Cha Eunwoo, desde un principio las cosas no fueron fáciles con él, nunca mostró interés en haberlo encontrado, no parecía sentir lo que él sintió, pero tampoco quería que lo dejara, era como que le trataba mal, pero sabía perfectamente que le pertenecía así que no le dejaba ir y no era como que Jungkook intentó hacerlo en algún momento.

Cuando Eunwoo aceptó por fin vivir con él, se dio cuenta de lo que realmente sucedía, su omega tuvo una infancia difícil y terminó desarrollando depresión, Jungkook trató de ayudarlo de todas las formas posibles, lo llevó a terapia y se quedaba junto a él y hasta había aprendido como podría superar una secuela para cuando sucediera y por un tiempo, las cosas parecieron funcionar, su omega sonreía más, le trataba con cariño y hasta había aceptado casarse con él.

Y cuando Jungkook creyó que todo estaba resuelto por fin y que tendría la manada que tanto había deseado junto a su omega, la tragedia sucedió...

-¡Muévete imbécil!

Jungkook saltó exaltado ante el repentino grito a su lado, observó por la ventana hasta encontrarse con el rostro de un hombre cabreado que aceleró en su Nissan sentra de color gris.

Gruñó y trató de recomponerse, odiaba ponerse tan mal cuando recordaba a su omega, enfocó su atención en la carretera y avanzó agradeciendo que el tráfico parecía reducirse y trató de concentrarse lo que le quedaba de viaje.

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Jungkook salió del ascensor, alisando el saco de su traje negro, las instalaciones de Yeonin eran impecables y habían tanto alfas, omegas y betas caminando de un lado para el otro.

Acarició el anillo que colgaba de una cadena en su cuello y suspiró, no había sido buena idea recordar a Eunwoo, se sentía descolocado y melancólico, cualquiera podría olerlo en aquel lugar.

-¿Señor Jeon?

Jungkook observó a su izquierda, una omega de cabello largo y negro con un vestido negro que no dejaba nada a la imaginación fue quien le habló, el castaño hizo una pequeña reverencia hacia la mujer notando su para nada disimulado escrutinio en su cuerpo y como en el proceso acomodó mejor su escote.

Daiyō (adapt.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora