<~Capítulo XXIV~>

420 30 12
                                    


Los días hiban pasando, a decir verdad el Omega no estaba bien, desde aquel día que pelearon no era igual, los días no eran igual.

Jisung no se topaba ya con Minho cosa que hizo que lo extrañara mucho, el Alfa ya no le llevaba a citas, tampoco le hablaba y le llamaba.

De verdad, lo necesitaba asu lado...

Pequeñas lágrimas se deslizaron en sus mejillas, era la cuarta vez que lloraba por el castaño.

Cada día se sentía más débil, sin ganas de hacer nada, solo llorar y dormir, sus amigos le decían que solo el Alfa lo había utilizado, pero ellos no lo conocían y no creía el castaño hiciera eso.

–¡Jisung! ¡Baja, vamos a cenar!–Su mamá lo llamo desde la cocina.

No le quedo de otra que bajar aún en pijama, se veía terrible; ojeras notables y cabello despeinado.

Cuando llego abajo vio a sus padres comiendo tranquilamente, ellos también lo miraron con una sonrisa.

–Buenos días...–dijo despacio mientras se frotaba un ojo.

–Buenos días cariño–la señora lo mira con una pequeña sonrisa.

El día que le dijo que Jisung estaba cinta le había dicho a su papá no se lo tomó tan mal,  este lo trato con cariño y le brindo su apoyo.

–¿Qué hacías?–el Alfa toma un sorbo de agua de su vaso.

–Dormia–responde sentándose en su lugar para empezar a comer cosa que le dio asco por el embarazo.

–Si no quieres comer, esta bien–Su papá acaricia la espalda del pelinegro

–Lo haré, solo que no ahora–dice sonriendo.

En la cena estaban conversando sobre el estudio de Han quien se sentía orgulloso de si mismo por haber pasado de año con buenas notas.

–Yo me iré a mi habitación–avisa el menor levantandose de su lugar.

–Queremos hablar contigo–la Beta mira su esposo para después mirar al pelinegro quien se sentó nuevamente.

–Si, claro–el más bajo pone sus manos en la mesa para jugar con ellas.

–Bueno..., yo y tu papá hemos conversado sobre lo que estas pasando–comentó la castaña recibiendo toda la atención.

–Y tu sabes que tendrás siempre nuestro apoyo en salir adelante con aquel frijolito–Han rie un poco cuando escucha al canoso.

–Nosotros decidimos en que podrás contar con nosotros en cualquier cosa, y ¿sabes?, creo que acepto al bebé que llevas en tu vientre–sonríe recibiendo también una sonrisa.

–Gracias, encerio...–agradece, siente un peso liberado de sus hombros.

Los padres sonríen y se levantan de su lugar al ver terminado su cena.

Ese dia pudo dormir en tranquilidad...

▫️¿Teacher?📃✒️▫️| Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora