<~Capítulo XX~>

510 32 31
                                    

3 semanas después...

La pancita de Jisung comenzaba a crecer un poquito, cosa que produjo que usará ropas el doble de su talla.

Su mamá le preguntaba porque siempre vomitaba o tenía esos mareos constantes, el pelinegro siempre le decía que la comida le caia mal, una vez casi lo lleva al hospital pero pudo controlarla.

Minho le había prometido que irían al ginecólogo, y por esa razón ya había sacado una cita y hoy era el día de ir.

Han se encontraba eligiendo su outfit para salir con el mayor, este dijo que vendría a buscarlo en su auto.

–Me pregunto si le gustara este...–piensa en voz alta mientras que con una mano sostenía una camisa gris y con la otra un pantalón de mezclilla.

Al final decide que se pondrá ese, se maquilla un poco, y cuando dicemos poco es poco; un corrector en sus pocas imperfecciones, rubor rocita haciendo ver sus mejillas más gorditas y un labial tono rosa bajo.

Se miro por última vez en el espejo cuando escucha el timbre de su casa ser tocada.

–¡Ah! mierda...–por la prisa se tropieza con unos zapatos que estaban en el pizo alfombrado de su habitación.

El castaño toca repetidas veces, pero cuando nadie abre la puerta se desespera, y por esa razón empuja la puerta con fuerza haciendo que esta se abriera, entra rápidamente a la casa y al no ver a su Omega sube a las escaleras y se direge a la habitación encontrándose con Han en el piso mientras se levantaba con dificultad.

–¡Pequeño!–corre donde estaba y levanta con cuidado al menor quien sonríe.

–¿Estas bien? ¿Te duele algo?–pregunta revisando cada parte del más bajo quien ríe un poco.

–Estoy bien, tranquilo–soba la espalda con cariño del más alto.

–¿Qué estabas haciendo?–el mayor sostiene la cintura contraria.

–Arreglandome para mi Alfa–

–No tenias que hacerlo, ya eres hermoso y no necesitas arreglarte–dice bajando las escalera junto al pelinegro.

–¿Dices que vaya al ginecólogo aun con pijamada y apenas despierto?–ambos rien, cuando llegaron afuera el castaño subió al Omega con sumo cuidado al auto.

–¿No te golpeaste?–pregunta el más alto acariciando el vientre de Jisung quien da pequeños ronroneos.

–Un poco las rodillas, pero no le paso nada al bebe–sonríe cuando Minho también lo hace.

–Ten cuidado a la próxima ¿si?–

El menor asiente con la cabeza, el camino al consultorio no fue tan largo como pensaba, porque ahora estaban al frente de la puerta de cristal.

–¿Me compras un helado?–el pelinegro apunta una heladería que estaba cerca.

–A la salida–habla tomando la mano del Omega quien se queja.

–Más te vale que tu hijo no salga con cara de helado–dice con el ceño fruncido haciendo reír al mayor, para después darle un casto beso.

–Ven, entremos–el Alfa lo guía hasta una señorita quien le dice que espere sentado a qué le llamen para que así la ginecóloga atienda al embarazo.

–¿Minho?–dice el Omega mirando al castaño.

–¿Mhn?–

–¿Qué quieres que sea el bebe?–el menor juega con sus manitos al pensar que talves Lee quería un lobito  y el tenga una cachorra y se decepcione con el resultado.

–No importa que sea, los dos esta bien para mi–el más alto toma la mano contraria y le da un pequeño apretón.

–¿Sabes que te amo mucho?–

–Si, lose, y creeme que yo también te amo–

Ambos estaban en su propia burbuja pero fue explotado cuando el nombre del Omega se oye en los parlantes llamando la atención de la pareja melosa.

Se para de su lugar para ir a la habitación asignada.

–Buenas tardes chicos, soy la ginecóloga Taeyon y hoy atenderé al paciente Han Jisung–se presenta la chica de pelo azul.

–Un placer–dice el menor sonriendo con amabilidad mientras que una fuerte mano se enrolla en su cadera, era Minho estaba siendo protector con su Omega y su bebé.

–Bien, comenzemos, porfavor acuéstate en la camilla y alza tu camisa–dice la peli azul poniéndose los guantes.

Jisung hace lo pedido teniendo al Alfa a su lado ayudándole.

–Pondré un poco de gel–la chica toma aquel frasco y pone un poco del producto en el vientre del más bajo quien se queja un poco por sentir frío.

Lee se pone en alerta y toma la mano del pelinegro.

–¿Cuando sentiste los sintomas?–pregunta la Beta agarrando una maquinita y la pasa por la pancita contraria.

–Supongo que hace como tres semanas y medio–el menor ve la pantalla donde no entendía nada porque no veía a su bebé.

–Entonces llevas medio mes–sonríe la ginecóloga–Y dime, ¿has tenido vómitos, mareos y dolores de cabeza?–

–Demasiados–el Omega responde con los ojitos brillosos.

–Aquí esta–la doctora apunta la pantalla donde se suponía que estaba–Es muy chiquito, por eso no se ve tanto–

–Honnie, ahí esta...–el mayor ve a su pequeño quien tenía pequeñas lágrimas en sus ojos.

–Si...–

–Esto es todo, los esperare en el segundo mes ¿si?–la chica informa apagando la maquina.

–Esta bien–ambos responden para después irse de aquel consultorio.

–Pequeño, deja de llorar–el más alto lo toma delicadamente de los cachetitos y le da un lento beso siendo correspondido de inmediato.

–Perdón, es solo que me alegra mucho–hace un puchero que también fue besado.

–También estoy muy alegre–sonríe para después tomar la mano contraria y subir al auto y conducir hasta la heladería.

Hasta ahí todo estaba bien...





▫️¿Teacher?📃✒️▫️| Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora