15- Ganado

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Julieta Hernández

Suspiré y llevé mí mano a la muñeca de Nico deteniendo sus movimientos.

Si bien me habían dado ganas, la conciencia no me dejaría en paz si dejaba a Cristian plantado.

-Tengo planes Nico, no puedo ahora- murmuré dándome vuelta para mirarlo de frente.

Me miró a los ojos con una expresión suplicante.

-Dale mí amor, no me dejes así- pidió.

Solté una risa nasal.

-Perdon lindo pero te juro que si lo dejo plantado a mí amigo después me voy a sentir re mal- expliqué acariciando su mejilla -¿Hasta cuándo estás acá?

Cerró sus ojos disfrutando de mí tacto.

-Hasta mañana, tengo pasaje a las dos de la tarde.
-¿Alquilaste hotel?
-Si, en el de la otra vuelta.
-Que lastima- murmuré.

Abrió sus ojos y enarcó una ceja.

-¿Por qué?
-Porque podias venir a pasar la noche acá- hice una pausa -y la pasábamos bien.
-Ya mismo llamo y cancelo la reserva.

•••

Después de que Nico se fuera le mandé un mensaje a Cris de que ya estaba lista. El respondió al toque con un yendo y yo le di like a su mensaje.

Me puse unos borcegos altos para evitar mojarme los pies con la lluvia y me senté en el sillón a esperar. Ni diez minutos habían pasado cuando Cristian tocó la puerta, pero para mí sorpresa no estaba solo.

-Hola Ju ¿Todo bien?- saludó el jugador el tottenham.
-Todo joya- le di un beso en el cachete a modo de saludo.
-¿No te jode que lo traje al Licha sin avisar no? Pasa que el cualio' me cayó en la casa de sorpresa- rió.
-Hola Rubia- sonrió -me cancelaron el entrenamiento a mí también y la verdad que no sabía que hacer.

Me reí y bajé la mirada, era la segunda vez que lo veía, y convengamos que la primera fue medio rara.

-No hay drama ¿Vamos?
-Vamos.

Salimos de mí casa y caminamos hasta el auto, creo que el auto es de Lisandro y no de Cristian. Al llegar hasta el lo comprobé ya que Licha caminó hacia el lado del conductor mientras Cris abría la puerta de atrás para dejarme subir.

-Gracias- le sonreí.
-¿Querés que vaya atrás con vos?
-No hace falta, anda adelante, si no pobre Lisandro.

Asintió sonriendo y cuando me senté el cerró la puerta para subir del lado del acompañante.

-¿A dónde tenían pensado ir?- el semi-rubio prendió el auto y miró a su amigo.
-Y, por la hora estaría bueno ir a merendar ¿No?- se giró para mirarme.
-Uuh, me pinta, tengo hambre.

Ambos hombres rieron y el auto arrancó.

-Saben que el otro día me crucé un restaurante que se veía re lindo por afuera ¿Quieren ir?
-De una- asentí aunque no me vieran.

Lisandro manejó alrededor de 15 minutos, creo que cuando propuso el lugar se olvidó mencionar que estaba un poquito lejos de mí casa.

Cuando llegamos mire por la ventana y efectivamente, la fachada era muy bonita, pero también se veía a metros lo caro que era.

-Che, ¿Esto es apto para pobres?

Trate de usar un tono de joda, pero en realidad lo decía enserio.

Cristian giró a mirarme mientras Lisandro seguía maniobrando para estacionar.

-Te pago yo Ju, si yo te invité.
-No es necesario, solamente que se ve un poco caro el lugar.

Me miró con cara de pocos amigos.

-Yo pago lo tuyo- uso un tono más autoritario -y no hay discusión.

Volvió su mirada al frente y yo contuve el suspiro para que no se malinterpretara y pensaran que soy una desagradecida.

Bajamos del auto y entramos al lugar, era hermoso, el ambiente es muy primaveral, flores y colores vivos adornan las paredes.

Noté como Cris se adelantaba y Lisandro caminaba a mi lado.

-¿Te gusta?- preguntó.
-Si, me encanta, la primavera es mi estación favorita- respondí con una sonrisa.

El se rió levemente.

-Mesa doce me dijeron, pero no la veo- el jugador del Tottenham apareció con una expresión confundida.

Los tres empezamos a escanear el lugar en busca de la mesa número doce, hasta que la encontré y se las señalé.

-Que mal educada como vas a señalar- me jodió Cris.

Lo mire sonriendo y puse mis ojos en blanco.

El se rió y caminamos los tres hasta la mesa. Cristian corrió una silla y me miró para que me sentara en ella.

No voy a mentir, mi corazón saltó en su lugar ¿A quien no le gusta alguien caballeroso?

Me senté con una sonrisa más grande que el enorme lugar y le agradecí. Lisandro estaba sentado enfrente mío y Cris optó por la silla al lado de el.

Okey, me intimidaba un poco tenerlos a ambos de frente así, pero vamos a fingir demencia.

Una linda chica se acercó para darnos el menú, le agradecí y se fue.

-¿Que pedimos?

•••

-Eu, muy rico lo que vendian ahí eh- Licha asentía contento mientras recorriamos a pie el centro de Londres.
-Mal, la verdad no me esperaba comida tan rica de un lugar tan rosa- rió Cris.
-El lugar era una belleza y la comida una delicia- confirmé.

Estar caminando por una ciudad llena de turistas con dos futbolistas a cada uno de mis lados era algo extraño y en lo que no había pensado hasta ahora.

Mi vida había cambiado tanto en tan poco.

Mire a mi derecha y vi a Cristian con su nariz rojita y un gorrito cubriendo su cabeza, reí por la imagen, se estaba cagando de frío y se le notaba. Miré a mi izquierda para ver a Licha, al parecer no tan afectado por el frío, una nube se formaba en el aire cuando hablaba de cosas que realmente no estaba escuchando.

Sonreí y mire mis pies, no entendía nada de mi vida últimamente, pero la estaba pasando más que bien.

Pero todos sabemos que nada puede ir bien por tanto tiempo. Y lo confirmé cuando levanté la mirada y los ví. Enzo y Nico caminando en nuestra dirección hablando muy animadamente.

Mi cara cambio completamente, y al parecer ambos notaron mi presencia al mismo tiempo porque su conversación se cortó.

Enzo enfocó su vista con cejas fruncidas mirando a mis acompañantes, Nico me miraba a mi con una sonrisita y yo... Yo me quería morir.

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UHHHHHH
Y bueno, algo más tenía que pasar.

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¿Quien es su favorito?

Espero que voten y comenten 😔

Ahora que ya estoy de vacaciones (no prometo nada) puede ser que arranque a escribir más seguido.

Las quiero 🫶🏻

Felices Los 4 (Licha, Otamendi, Cuti, Enzo Y Vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora