Capítulo 3

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Esa noche, Sakumo jugaba a solas en su cuarto con sus peluches y autitos de juguete. Era el cumpleaños de su tío Mikey y este invitó a la casa a muchos de sus amigos, quienes estaban bebiendo entre gritos y risas; ese no era el ambiente adecuado para un niño, por lo que sus padres le dijeron que no saliera y que si quería algo, los llamara... Su estómago sonó, tenía hambre, dejó sus juguetes en el suelo y abrió la puerta para asomarse

- MAMÁ, QUIERO COMER!! – gritó. Calló unos segundos para oír si le respondían, pero nada – PAPÁ!! – nuevamente esperó una respuesta, pero al notar que nadie le escuchaba, decidió salir y bajar las escaleras

No sabía que hora era, pero al parecer la fiesta ya había acabado, pues de toda la gente que saludó más temprano, sólo estaba su tío acompañado de Haruchiyo; no planeaba hablarles, ya que no quería molestarlos, pero tras rondar un poco por la casa y ver que sus padres no estaban, decidió acercarse a ellos

- Tío Mikey – le habló con timidez y el par de borrachos se giraron en su dirección al mismo tiempo

- Hey, pero si es mi sobrinito más lindo!! – lo abrazó el rubio con fuerza

- T-tío, me ahogas!! – intentó soltarse, pero fue en vano; finalmente terminó sentándose en el regazo del corredor de motos

- Qué necesitas, chiquitín?

- Sabe dónde están mis papás? Tengo hambre

- Salieron – dijo el pelirrosa – Dijeron que iban al konbini por cigarros y comida instantánea

- Ah, ya... – respondió sosteniendo su estómago, el cual no dejaba de sonar – Ojalá estuviera el tío Omi. Siempre que tengo hambre me prepara cosas ricas

- Ese imbécil sabe cocinar?! – exclamó con sorna el de ojos aguamarina – De seguro todo sabe a mierda!!

- Sabe rico!! – respondió el infante inflando sus mofletes con rabia

- Bueno, de seguro tu lengua se echó a perder tras comer tanta basura – se burló, haciendo enojar aún más al niño

- Haru, por favor, no pelees con el crío, te ves ridículo – dijo su amigo, cosa que hizo molestar aún más a la celebridad de internet

- Ridículo yo?! Ridículo el puto de Takeomi que cuida de esta porquería sólo porque quiere que tu hermano se lo coja!! – Sakumo no sabía lo que significaba esa última palabra, pero dedujo que era algo malo porque Haruchiyo siempre hablaba mal de su hermano mayor; enojado, tomó un vaso de "agua" que había sobre la mesa y se lo tiró al pelirrosa, dejándolo empapado en vodka

- Ay, mier- – alcanzó a decir Manjiro poniéndose de pie sin soltar a su sobrino

- PUTO PEDAZO DE ESCORIA!!! TE VOY A MATAR!! – el rubio, en un rápido movimiento, dejó al menor en el suelo y sostuvo a su amigo con fuerza, impidiéndole moverse – SUÉLTAME, MIKEY!!

- Date cuenta de lo que vas a hacer!! Es un bebé!!

- Me importa un carajo!! – el pequeño de cabello azabache empezó a sollozar aterrado, nunca nadie le había tratado así – ESO, LLORA, MOCOSO ESTÚPIDO!! Te crees muy valiente defendiendo a Takeomi cuando él ni siquiera te quiere!!

- ...qué?

- YA ME OÍSTE!! ÉL NO TE QUIERE!! Él quiere que tu mamá y tu papá se separen para llevarse a tu papá para siempre!! Él te odia y no eres más que una molestia para él!!

- HARU!! – gritó Mikey intentando callarlo, pero una sonrisa llena de desprecio se dibujó en el rostro del más alto

- Takeomi nunca te ha querido, él sólo se quiere a sí mismo y quiere robarse a tu papá

- Sakumo, no lo escuches, él miente! – suplicó su tío, pero ya era demasiado tarde, el pequeño de ojos negros se echó a llorar desconsolado y subió corriendo las escaleras...


Cuando el matrimonio Sano llegó de la tienda, Mikey le explicó a su hermano y su cuñada lo sucedido; Shinichiro corrió al cuarto de su hijo e intentó entrar, pero no podía abrir, su hijo había bloqueado la puerta desde adentro

- Sakumo, ábreme, por favor! – suplicó tocando la puerta, pero lo único que podía oír era el llanto de su niño

- Sakumo, déjanos entrar – dijo su madre con voz algo más autoritaria. Nuevamente no hubo respuesta – Sakumo, abre la puerta en este instante!!

- No quiero!! Quiero a mi tío Omi!! – gritó sin salir de la habitación; Sayaka apretó los puños y bajó las escaleras indignada

- Hijo, es muy tarde, Omi no puede venir

- No me importa!! Yo quiero a mi tío Omi!!

- ...Sakumo...

- Hermano – llamó su atención el rubio – Creo que sí deberías pedirle que venga, esto es una emergencia – Shinichiro no quería, pero Manjiro tenía razón


Apenas supo lo sucedido, Takeomi se apresuró a la casa de los Sano. Sin preguntar nada, subió las escaleras y tocó la puerta de forma gentil; tenía el corazón en un puño, no podía tolerar la idea de ver a Sakumo llorar, pero debía verlo, su pequeño ahijado lo necesitaba

- Sakumo, oye... – se escuchó el ruido de algo arrastrándose y la puerta se abrió, en menos de un parpadeo, el infante estaba aferrado a él ocultando su carita en su pecho

- Es cierto que no me quieres?!

- Q-qué cosa?

- El tío Haru dijo que me odiabas – sollozó y el de larga cabellera sintió su corazón apretarse de forma dolorosa

- Ay, mi amor... Eso sería imposible para mí – dijo con un nudo en la garganta; con cuidado, tomó el rostro del niño entre sus manos y limpió sus lágrimas para luego besar su frente – Yo te adoro, eres lo más bonito que me ha pasado en la vida... Te amo como si fueras mi propio hijo... – los dos se quedaron ahí abrazados un largo rato sin darse cuenta de que Shinichiro les observaba sintiendo una extraña familiaridad con aquella escena


Una vez Sakumo logró calmarse, Sayaka lo llevó a la cocina para darle algo de comer, Takeomi bajó hasta la sala y observó a su hermano menor, quien le miraba con desprecio, se acercó a este y le dio un puñetazo con todas sus fuerzas en la cara, haciendo que cayera al piso

- OYE, QUÉ TE PASA?! – recriminó sosteniendo su mejilla, la que ya empezaba a hincharse

- ...Entiendo que me detestes con cada fibra de tu ser... Entiendo que jamás podrías perdonarme por ser una basura irresponsable que te culpaba por todo... Pero no pienso tolerar que hayas hecho llorar a Sakumo – dijo mirándolo fríamente con ojos desafiantes – Si quieres ponte de pie y golpéame todo lo que quieras, grítame, escúpeme, pero que sea a mí, no a un niño que no tiene la culpa de que yo haya sido un pésimo hermano! – Sanzu iba a responderle, pero prefirió callar, incluso él sabía que se había excedido

- ...lo lamento mucho – murmuró sin verle a la cara; no quería seguir sintiendo esos ojos clavados en él, le daban miedo de una manera que no podía explicar

- Discúlpate con Sakumo, yo no tengo nada que perdonar, me merezco cada desprecio que me has hecho... Ahora, si me disculpan, debo irme

- Takeomi, espera! – lo detuvo Shinichiro sosteniendo su mano – Si quieres, puedes quedarte – pero el de la cicatriz negó

- Imposible, tu esposa me mataría. Buenas noches, Shin – le sonrió cálidamente y se fue...

El mayor de los Sano no pudo dormir bien esa noche, no hacía más que recordar el como su viejo amigo consoló a su hijo de forma tan dulce y sincera... Seguía pensando en lo familiar que se le hacía aquella escena, llegando incluso a sentir las cálidas manos del de ojos aguamarina sosteniendo su rostro... Qué demonios le estaba pasado?

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Pregunta seria: Hubo funa?

Padrino (Shinomi)Where stories live. Discover now