capitulo ocho.

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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. Jennie!Alfa x Rosé!Alfa x Lisa!Omega

***

~Escucha el latido de mi corazón

Te llama a su propia voluntad...

—¿Cuándo vas a regresar? —preguntó ChaeYoung, frotando sus ojos por el sueño.

Jennie la miró, rodando los ojos a pesar de que había una sonrisa en su rostro.

—El dos de enero, ya te lo dije —contestó su mejor amiga, agarrando su bolso—. ¿Qué, ya me estás extrañando?

ChaeYoung le sacó la lengua, sentándose en el sofá para ponerse a ver televisión.

—Por favor, es sólo para saber cuántos días estaré a solas.

Jennie no quiso pensarlo de alguna otra forma, pero no pudo evitar imaginar en que ChaeYoung llevara a Lisa allí. La sola idea de que Lisa estuviera en su departamento, junto a su mejor amiga, le ponía de muy mal humor. Especialmente, luego de enterarse de que el día anterior estuvieron juntas por el cumpleaños de ChaeYoung.

Para su propia fortuna, quedó en salir con Lisa luego de que volviera de su viaje. Iría a pasar Año Nuevo a un centro de esquí en Pyeongchang junto a sus padres, por lo que su mamá estaba muy contenta con esa atención recibida de su alfa. Al ser su primera omega, YuBin recibía muchos regalos por parte del padre de Jennie. Además, MinJun estaba muy orgulloso de que su primogénita fuera una alfa, por lo que el premio era doble para su madre.

—Recuerda que tienes prohibido... —comenzó a decir Jennie.

—¡Traer omegas aquí a follar! —gritó ChaeYoung, cambiando de canal—. ¡Tranquila, Nini! Si salgo con alguien, siempre procuro la discreción de un motel.

Jennie no pudo aguantarlo demasiado, por lo que terminó preguntando:

—¿Piensas llevar allí a Lisa? —le soltó, algo ácido.

ChaeYoung se congeló un momento, sorprendida y desconcertada por la pregunta realizada. Jennie la observó, pensando en la apuesta hecha, en lo raro que se sentía todo ahora, en la forma en que Lisa la miraba a veces. En ese bonito rostro que llamaba la atención con facilidad, porque tenía una extraña belleza. Jennie no podía evitar compararlo con un tierno papito, que se movía por los lagos y se escondía de los depredadores.

Su mejor amiga se volteó a mirarla. Jennie no reconoció su expresión, que contenía una mueca extraña, como si tratara de aguantar la risa y el enojo a la vez.

Y es que ChaeYoung tampoco sabía cómo reaccionar ante la pregunta hecha. En especial, porque las últimas veinticuatro horas estuvo pensando demasiado en Lisa y lo que era para ella. Se le hacía demasiado complicado encontrarle sentido, pero, tal vez, todo se resumía a una palabra: atracción. Existía una innegable atracción de su alfa por la omega. ChaeYoung estaba un poco asustada, porque eso complicaba un montón las cosas, y a pesar de ello, no quería alejarse de Lisa.

—Claro que no —habló ChaeYoung, con la voz grave—. Tengo pensado un bonito hotel en el que consentir a Lisa. Después de todo —su tono se volvió borde—, se lo merece, ¿No es así?

—Espero que sea caro —replicó Jennie—, yo había pensado en algo frente a una playa. ¿Te imaginas lo emocionada que estará por eso?

La mayor dijo lo último de la nada, porque realmente no lo pensó con anterioridad. Pero, en ese momento, supo que sería una magnífica idea. Lisa era como una niña pequeña a la que podías sorprender con cualquier cosa, y estaría emocionada hasta por el más simple de los regalos. Además, eso le daría a entender lo dispuesta que estaba a gastar en ella.

monocromía | jenchaelisaWhere stories live. Discover now