capitulo cuatro.

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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. Jennie!Alfa x Rosé!Alfa x Lisa!Omega

***

~No quiero estar sola,

Sólo quiero ser tuya...

Lisa estaba realmente molesta.

¿Cómo mierda JinWoo consiguió su número?

Sintió vibrar su celular mientras preparaba un café, BamBam esperando las tazas para llevarlas a la mesa cinco, y estuvo a punto de contestar para mandarlo al diablo.

Pero no podía hacerlo, no si quería que JinWoo se molestara.

Y cuando JinWoo se molestaba...

Se estremeció al recordar como el mayor la acorralaba diciéndole cosas con su voz alfa. Como que se quedara quieta, que no dijera nada mientras las manos enormes de JinWoo la acariciaban.

Nunca llegó a propasarse, no realmente, pero, aunque no lo hiciera, Lisa lo sentía como una violación.

El móvil dejó de vibrar y suspiró, cansada. Recibió minutos antes un mensaje de JinWoo invitándola a una fiesta esa noche, en la casa de EunWoo, pero Lisa no le contestó. No pensaba pasarse por esa fiesta, ni siquiera lo consideró un segundo: una fiesta con tantos alfas, con SoJeong rondando... Prefería ahorrarse el mal momento.

Además, NaYeon dijo que debía estudiar esa noche, JiHyo y Daniel tenían una cita, Mina cuidaría a su hermana menor, BamBam pidió salir más temprano, y ella tendría que esperar a que su jefe llegara para cerrar el lugar.

No tenía ganas de nada en ese momento. Volvió a tener una pesadilla.

Y sumado al hecho de que ChaeYoung y Jennie estaban tomando algo, como cada tarde, tenía los nervios más alterados de costumbre.

Se sobresaltó cuando su móvil volvió a sonar y estuvo a punto de derramar el té que preparó para Jennie sobre la alfa.

—Lo siento. —murmuró desganada, dejando el batido que ChaeYoung pidió frente a la de cabello lila, haciendo después lo mismo con el té.

A las nueve y media podrás irte, se dijo, ignorando la vibración en su bolsillo, luego podrás llegar a casa y acostarte.

Al menos, eso pretendía. Solo esperaba que SeungHyun no comenzara a molestarla, como siempre.

—Te ves distraída.

Parpadeó, viendo que fue ChaeYoung quien habló.

Pero la alfa no la estaba mirando, solo jugueteaba con la bombilla de su batido.

Desde hace varios días que la chica lucía alejada, más fría de lo normal, y eso realmente la extrañaba. Se acostumbró demasiado a su actitud alegre, explosiva.

—ChaeYoung tiene razón —concedió Jennie—, ¿Te sientes bien?

La Tailandesa rascó su nuca, tragando saliva.

—Sí, no es nada. —murmuró, antes de marcharse.

ChaeYoung enarcó una ceja, mirando a su amiga y tratando de ignorar el hecho de que seguía sin tener muchos avances con la omega. Y ahora estaba más irritada porque el día anterior Jennie le dijo, directamente, que tenía el número de la menor y pensaba invitarla a cenar el próximo fin de semana.

Si no hubiera sido por la poca dignidad que le quedaba, la de cabello lila habría insistido en que le diera el número, o a pesar de que sabía de antemano que no obtendría nada.

monocromía | jenchaelisaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon